Una mañana plácida de domingo hojeando el diario me detuve ante un titular que constataba la reactivación del comercio de Castellón. Sin duda, pensé, un punto de inflexión para el futuro del retail cuando mi dispositivo móvil empezó a vibrar ofreciéndome ofertas atractivas a golpe de clic que me hicieron reflexionar sobre la adaptación del sector al mundo digital. No tuve más que rebobinar mi disco duro una semana para recordar cómo la tecnología móvil había contribuido a hacerme el día a día más cómodo y a ahorrar tiempo y dinero.

Es indudable que nuestra forma de vivir ha cambiado sustancialmente y las cifras hablan por sí solas: 17,2 millones de compradores on line españoles con crecimiento estimado del 13,3% anual por delante de EEUU, Francia, Alemania o Reino Unido.

¿Cuál es el desafío para el sector? Existe una oportunidad si somos capaces de integrar el mundo físico y el digital para generar una experiencia uniforme de compra. La fragmentación de canales favorece al pequeño comercio y habría que integrar las herramientas digitales para llegar a los consumidores tanto desde sus establecimientos físicos como a través de tiendas on line, aplicaciones móviles, programas de descuentos, plataformas de comercio electrónico, redes sociales, venta por catálogo o centros de atención telefónica… porque deseamos comprar en cualquier momento, en cualquier lugar y desde cualquier canal! H