Ha cumplido ya 47 años, pero pocos son los ciudadanos de Castellón que conocen e incluso saben que existe un Archivo Histórico Provincial. Y quizá sea porque el Archivo jamás ha tenido una sede propia. Empezó en la biblioteca de la calle Mayor. De allí los fondos se trasladaron al edificio Sindical, en la Plaza de las Aulas, y años más tarde, al edificio de Cultura, en la avenida del Mar. Hoy comparte espacio con la biblioteca pública de Rafalafena y Castellón sigue siendo la única capital de provincia española sin una sede propia para su Archivo. Aunque esa característica tiene fecha de caducidad: finales del 2018.

Tras más de una década de reivindicaciones las cosas podrían empezar a cambiar. Hace tan solo un mes y medio, el secretario técnico de la Gerencia de Infraestructuras del Ministerio de Educación, José María Mediero presentó en Castellón el anteproyecto seleccionado para la construcción del que será el futuro Archivo Histórico Provincial. El proyecto, obra del despacho de arquitectos Nitidus, de Barcelona, cuenta con una dotación presupuestaria de 12 millones de euros y todo apunta a que las obras se adjudicarán en el mes de septiembre del 2016. La ejecución del proyecto empezaría durante el último trimestre de este mismo año y el Archivo podría estar listo en el 2018.

Ubicado en el edificio del antiguo CUC, en el Raval Universitari, el nuevo Archivo contará con una superficie útil de más de 6.500 metros cuadrados con 5.000 metros destinados a depósitos. Las nuevas instalaciones contarán con cinco plantas. La planta baja albergará, entre otras, las instalaciones destinadas a la recepción, sala de exposiciones, salón de actos, taller de restauración, salas de digitalización y de reprografía. Esta planta se sitúa a la misma cota de la calle, logrando así una absoluta accesibilidad a las zonas públicas del Archivo. En el resto de las plantas se ubican los depósitos, con la excepción de la entreplanta, donde se ha previsto la ubicación de las instalaciones.

FACHADA DE CERÁMICA // El detalle más característico del nuevo edificio será la creación en su acceso principal de un amplio atrio, a nivel de la calle pero aleja del tráfico y ubicado en la fachada sureste, cubierto de una celosía cerámica, creando un importante espacio público abierto a la ciudad. Además, las fachadas van a alternar cerramientos cerámicos con otros de vidrio que van a dotar al edificio de una imagen atractiva y contemporánea pero integrada en el paisaje urbano.

Desde la Conselleria de Cultura (el Archivo Histórico Provincial es de titularidad estatal, pero su gestión depende de la Generalitat valenciana) están convencidos de que el nuevo edificio acercará los fondos a la sociedad castellonense. “Que Castellón tenga por fin una sede propia para su Archivo es una gran noticia y eso contribuirá a que los documentos que se guardan se conozcan mucho más”, aseguran en Cultura. H