El viejo axioma que sostiene que a más recortes sociales y salariales, mayor conflictividad laboral, se ha quebrado. Al menos durante la última crisis económica que en Castellón pasará a la historia como la de menor litigiosidad entre trabajadores y empresarios. En los últimos siete años, los asalariados que han secundado una huelga se han reducido a la mitad, al igual que lo ha hecho la cifra de jornadas perdidas, que ya rozan el mínimo histórico.

Los datos que maneja el Ministerio de Trabajo revelan que durante el último año se llevaron a cabo en la provincia 13 huelgas con repercusión territorial en las que participaron 230 empleados y se perdieron 942 jornadas laborales. Las cifras son muy superiores a las del 2013, cuando se contabilizaron 22 huelgas (un 70% más) que secundaron 1.595 trabajadores, lo que supuso 1.434 jornadas no trabajadas.

Las trece huelgas que se contabilizaron el año pasado en Castellón poco tienen que ver con las 20 del año 2007, cuando ni las empresas ni las administraciones públicas habían empezado a hablar de recortes y despidos. Ese año, considerado por la mayoría de los expertos como el último de la época de bonanza, se perdieron en la provincia 3.000 días laborables, tres veces más que durante el año pasado.

Este balance sobre la conflictividad laboral a nivel provincial coincide con los resultados del informe presentado recientemente por el departamento de Relaciones Laborales de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y que analiza los datos del conjunto nacional. Así, en España tuvieron lugar durante el año pasado 958 huelgas con 9,1 millones de horas de trabajo perdidas y 328.356 trabajadores implicados. Ello supone una reducción con respecto a 2013 de un 43,62% en la cifra de trabajadores implicados en las mismas, un 40,15% de las horas de trabajo perdidas y un 23,90% respecto a los paros.

¿MIEDO AL DESPIDO? // Bajan las huelgas y los sindicados (que son mayoritariamente los que las convocan) lo achacan al miedo al despido. “Hay empresas que han seguido planteando recortes en los salarios y en los derechos de los trabajadores, pero el asalariado ha optado por no plantar cara”, coinciden. Los empresarios, en cambio, achacan el descenso a la responsabilidad que están demostrando los sindicatos y los trabajadores para limitar la conflictividad y minimizar los daños económicos a las empresas.

Aunque en las estadísticas del Ministerio solo se reflejan los paros laborales, el sector educativo fue el protagonista de varias huelgas convocadas el año pasado en la provincia para protestar por los recortes y la nueva ley de educación (LOMCE). Tampoco aparecen las llamadas huelgas de celo, las que duran menos de una hora o las que afectan a colectivos como las fuerzas de seguridad. H