Instituciones, partidos políticos, asociaciones y colectivos profesionales, sindicatos y ciudadanos en general se manifestaron ayer a través de diferentes actos organizados en contra del acuerdo suscrito entre la Unión Europea y el Gobierno de Turquía para expulsar a los refugiados que huyen de la guerra de Siria e intentan llegar a territorio europeo, en lo que se conoce como expulsiones en caliente.

Una manifestación por el centro de la capital castellonense, apoyada por el Ayuntamiento de Castellón, sindicatos, colectivos sociales y vecinos de la capital, puso ayer el colofón a una serie de protestas que recorrieron la geografía provincial y que se constató simbólicamente en la colocación de la bandera europea a media asta en Castellón.

La Diputación, encabezada por el presidente Javier Moliner, se reunió por la mañana con los responsables de Cruz Roja España en Castellón al objeto de formalizar la Mesa de Apoyo a los Refugiados. Lo que se pretende con ello es dar cobertura asistencial a aquellos municipios con menos de 10.000 habitantes que se declaren como poblaciones-refugio y, a medio o largo plazo, puedan acoger a inmigrantes en las mejores condiciones posibles.

De otro lado, los partidos firmantes del Pacte del Grau, que permitió el acuerdo de gobierno en el Ayuntamiento, decidieron testimoniar su apoyo a los refugiados y acordaron, como señal de luto, dejar a media asta la bandera comunitaria que ondea en el edificio consistorial, así como colgar un cartel con el lema Refugees Welcome. Desde el PSPV-PSOE castellonense se tachó el acuerdo entre la UE y Turquía como “inmoral” y se pidieron medidas que permitan atajar el problema.

QUE NO SE FIRME EL ACUERDO // A la movilización se sumaron los letrados, con una concentración a las puertas de la Ciudad de la Justicia convocada por el Colegio de Abogados de Castellón. Los presentes expresaron de esta forma su “solidaridad e irrenunciable compromiso con los refugiados”, a la vez que mostraban su rechazo al acuerdo --aún pendiente de firma-- entre Bruselas y Ankara. Para los abogados, se trata de un pacto “contrario al Derecho Internacional”, a la vez que criticaron el abandono de los valores europeos de “justicia y solidaridad”.

En la misma línea se manifestó Compromís per Vila-real, cuyo portavoz, Xavier Ochando, puso en evidencia la indignación ante unos acontecimientos que hablan de víctimas de guerras y deportaciones masivas en Europa. Ochando recordó que Vila-real “tiene todo listo para recibir a posibles familias, pero Europa no lo permite”, se lamentó. H