Desde la Federación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Castellón (Fepac-Asaja) se recomienda a los productores de clemenules que “retrasen, en lo posible, al máximo la recolección de los cítricos” con el objetivo de mejorar su posición y su cotización en el mercado europeo que, en las próximas semanas “todavía estará copado por la fruta procedente del hemisferio sur”, explica el secretario técnico de la organización agraria, Doménec Nàcher, quien es consciente de que muchos citricultores “no van a poder acometer dicho retraso por las características de sus producciones”.

En este sentido, Nàcher defiende la adopción de tratamientos para retrasar la maduración y, por lo tanto, su recolección ya que, de otra manera, “también nos tocaría competir con toda la primera campaña citrícola española, con fruta procedente principalmente de Huelva, Almería, Murcia y Valencia que se va a solapar con variedades tardanas procedentes de otros hemisferios, hoy presentes todavía, en las cadenas de distribución europeas. Se trata de una saturación de fruta que arrastrará a los precios y, por lo tanto, la clemenules debería aparecer en el mercado cuando apenas tenga competencia”.

Sería deseable, por lo tanto, que la clemenules aparezca en el mercado cuando Castellón sea la principal oferta citrícola. Es decir, a finales de noviembre o principios de diciembre para, de esta manera, abarcar “la campaña de san Nicolás, Navidad y Reyes, momento en el que se podrá obtener unos precios mejores, ya que si lo hace antes tendrá que competir con la fruta que los distribuidores tienen en cámara”. Además, en esta estrategia hay que sumar que la calidad de la fruta de este año “es muy buena y, por lo tanto, nos ayudará a incrementar nuestro prestigio y la demanda en próximas campañas”, puntualiza el secretario técnico de Fepac-Asaja.

El retraso de la maduración, recolección y comercialización de la clemenules de Castellón se traducirá en un aumento de la rentabilidad para los agricultores castellonenses ante una campaña que, pese al incremento de la producción comercial, que según las previsiones estará en torno al 6% con respecto al año anterior -en árbol puede llegar al 22%- y sumará cerca de 600.000 toneladas, de las que 510.000 toneladas será de variedades de clementinas e híbridos; sólo puede calificarse de “aceptable, ya que la estamos comprando con la del año pasado, que fue una campaña de bajos de rendimientos. Si la comparamos con la de 2013 o la de 2014 veremos como se trata solo de una campaña normal”, puntualiza Nàcher.