Menos ingresos directos, pero más indirectos. Esta es la tesis que ayer defendió el conseller de Hacienda, Vicent Soler, quien contrapuso el hecho de que la inversión directa se limitará a 46,64 millones de euros para la provincia en el próximo 2017, es decir, casi 6 millones menos que en el 2016, como publicó Mediterráneo. Según sus palabras, «un año más, los presupuestos de la Generalitat vuelven a primar a Castellón, «con 150 millones para recursos territorializados, un 8,8% más que este año», cuando están siendo «138 millones».

Si se tienen en cuenta solo las inversiones directas e indirectas (capítulos VI y VII) y las subvenciones corrientes (capítulo IV), los presupuestos concretan un total de recursos para la provincia de Castellón de 97,59 millones, frente a los 88,92 millones del presente ejercicio, lo que supone un incremento del 9,75%.

Según los datos del conseller de Hacienda, que defendió sus cuentas para Castellón en el 2017, aumentan en un 35% las inversiones directas e indirectas de la Generalitat, lo que significa que «todas las provincias van a recibir muchos más recursos para obras», aunque no esté así estipulado cuando se desglosan las cuentas partida a partida.

Frente a este hecho, alega que «hay que tener en cuenta que el 76% de las actuaciones para obras de los capítulos VI y VII no están territorializadas». Sin embargo, estas llegarán a los municipios «a medida que se vayan concretando», incidió el conseller, quedando la ejecución, pues, a merced de la gestión política diaria.

Soler insisitió en que, entre las inversiones sin territorializar, «una parte importante irá destinada a Castellón, una vez se vayan definiendo los distintos proyectos por provincias». De los fondos para inversiones directas asignados a cada provincia entre las actuaciones territorializadas, Castellón recibirá el 17,3% de los recursos, por encima de su peso poblacional regional (11,7%).

El titular de Hacienda hizo hincapié en «el esfuerzo de la Generalitat para corregir los desequilibrios generados en los territorios que estuvieron relegados con la política de escaparate y grandes eventos del anterior Consell».

LA CRÍTICA DEL PP / Por su parte, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, acusó ayer al Consell de «engañar» a los valencianos, con unos presupuestos que, a su juicio, son «ficticios y no fomentan el empleo, mientras suben los impuestos y el sueldo de los altos cargos». Bonig denunció que se vuelve «a reincidir en la mentira», al incluir 1.325 millones de ingresos «con cargo a una hipotética reforma de la financiación de la que no saben ni la cantidad ni cuándo se producirá».

Bonig criticó que los cuentas incluyan una subida de impuestos de 840 millones, con un incremento del 17% en el IRPF, del 39% en el impuesto de sucesiones y del 7,5% el de transmisiones patrimoniales. «Esto no es subir impuestos a los ricos», dijo. También lamentó que los presupuestos son «un 2% menos sociales» que las últimas cuentas aprobadas por el PP, las del 2015.

«¿En qué se gastan el dinero?», se preguntó Bonig, quien señaló que las cuentas crecen en cerca de 1.000 millones, de los que 700 se destinan a gasto corriente, donde «entra el gasto de personal» y «la subida de sueldos». H