El equipo de gobierno de Castellón ha conseguido materializar una de las reiteradas demandas que le hizo al PP cuando estaban en la oposición. Y es que, según anunciaron ayer, el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con el Obispado de Segorbe-Castellón para que sea esta institución religiosa la que incluya, dentro de su personal, al cura responsable de la basílica del Lledó, Josep Miquel Francés. Será a partir del 1 de enero cuando el cura dejará de formar parte de la plantilla del Ayuntamiento y se incorporará al personal del obispado.

El Ayuntamiento, por su parte, se compromete a abonar los gastos de mantenimiento necesarias para el templo religioso, tal como se había hecho hasta ahora. Al respeto, el concejal de Ermitas, Enric Porcar, puntualizó que «el Ayuntamiento, como siempre, respetará y garantizará la función de la basílica, que es la del culto religioso».

Porcar recordó que hace unos años, en el anterior gobierno, ya se suprimió la otra figura religiosa que dependía del personal del consistorio. En este caso se trataba del cura que estaba en el cementerio. El concejal de Ermitas también aseguró que «el Ayuntamiento continuará haciéndose cargo de cualquier obra o mejora necesaria en el templo, como en cualquier edificio municipal».

INVERSIÓN // De cara a 2017 hay una partida para rehabilitar la casa prioral, actualmente muy deteriorada, que asciende a 60.000 euros. «La medida del cambio de personal respecto al cura no supondrá ningún cambio de cara a la comunidad católica. La actividad será la misma. Es más, la iniciativa busca reforzar la implicación municipal en la puesta en valor de las ermitas», dijo.