La pérdida de alrededor de la mitad de la cosecha provincial de clemenules (unas 220.000 toneladas, según el aforo de la Conselleria) no ha elevado el precio de la naranja que se está recolectando. Por ello, desde Fepac-Asaja lanzan una denuncia: «La partida está amañada». Es su vicepresidente, José Francisco Nebot, quien lo dice, y sigue: «Con la naranja pasa como con la gasolina o las cláusulas suelo de las hipotecas, pero siempre al revés, nunca pasa de un precio máximo».

Así ha sucedido con la variedad reina de la provincia, que está «hundida», asegura el responsable de cítricos de la Unió, José Ramón Urbán. De hecho, actualmente el precio máximo de la clemenules supera ligeramente los 30 céntimos de euro por kilo, una cifra dos céntimos menor a la del año pasado, cuando había más fruta. En cambio, la cotización mínima en esta campaña no llega a los 10 céntimos por kilo y el año pasado rondaba los 20.

Urbán encuentra una razón para ello: en los campos con fruta en mal estado, el destrío eleva los costes. De hecho, así sucedió hace dos campañas, cuando las lluvias también provocaron una gran proliferación de pixat, que deja la fruta no apta para la venta.

Pero esto no es razón para que la naranja en buen estado no tenga más precio que el año pasado. Esto se debe, según Nebot, a que en Europa «no se han quedado sin fruta». Y por ello se pregunta: «¿De dónde procede? Ya lo digo yo: de Marruecos, Sudáfrica...».

Ante esta situación, el vicepresidente de Fepac tan solo lanza una demanda, precios «decentes» para la cosecha de la segunda parte de la campaña. Por el momento, la hernandina se está pagando igual que el año pasado a estas alturas, según la Lonja de Valencia, a pesar de que Urbán apunta que puede haber mejores precios. Pero para que esto sea posible y los agricultores puedan percibir cotizaciones dignas es necesario que la ola de frío polar pase de largo y no hiele la fruta provincial. Por el momento, parece ser así, según señaló ayer Urbán y desde AVA-Asaja.