López Simón abre la puerta grande tras cortar una oreja de cada uno de sus toros. El madrileño realizó dos faenas entregadas, en las que lo mejor llegó al final muy metido entre los pitones y entregado. El que de verdad toreó en Castellón ayer fue Varea, con dos faenas repletas de arte, sentimiento, terería y buen gusto. Fue el debut ante sus paisanos como matador de toros. Enrique Ponce se estrelló con el lote de menos posibilidades de una blanda corrida de Juan Pedro Domecq. //