El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, sumó ayer una nueva iniciativa en la lucha contra el drama de la despoblación en el interior, del que viene informando Mediterráneo, al plantear al presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, la necesidad de una mayor inversión para impulsar el desarrollo en las áreas con menos habitantes y frenar así el abandono en el mundo rural.

Moliner trasladó en primera persona a Juncker «la necesidad de que la Unión Europea (UE) adquiera un mayor compromiso a la hora de combatir la despoblación rural», informaron ayer desde la propia Diputación.

El presidente provincial aprovechó su encuentro en Malta, donde acudió con la delegación española al congreso del Partido Popular Europeo, para analizar con el máximo responsable del órgano ejecutivo de la UE «las actuales políticas de cohesión territorial impulsadas desde Bruselas y fortalecer la cooperación entre Europa y las administraciones locales intermedias a la hora de reducir los desequilibrios».

De este modo, en línea a la declaración de Bruselas aprobada el miércoles pasado en el seno de Partenalia, y «liderada por el gobierno provincial para que las administraciones intermedias gestionen los fondos de desarrollo regional», Javier Moliner defendió ante Juncker «el peso vertebrador de las diputaciones y su idoneidad, por cercanía y eficacia demostrada, en la gestión de políticas ideadas para hacer frente al mayor reto sociodemográfico que existe no solo en Castellón, sino en España y Europa», apuntó el presidente provincial.

RETO SOCIAL

En este sentido, incidió en la importancia de adaptar las prioridades de inversión de la Unión Europea «a estos nuevos retos sociales y a la cohesión territorial e integrar de una forma efectiva la participación de las diputaciones en la implementación de unos fondos que, además, se tienen que ajustar más a las verdaderas necesidades locales», puso de manifiesto.

Desde la Diputación añadieron que en este momento está sobre la mesa de la UE el debate para definir el nuevo escenario de financiación hasta el año 2020 en materia de cohesión territorial. Es en este contexto, añadieron, por lo que Moliner le ha querido trasladar al presidente de la Comisión Europea la necesidad que desde Bruselas «se apueste por una discriminación positiva hacia aquellos territorios que, por su despoblación, tienen que ser atendidos de manera especial».

En cuanto a las políticas de la Diputación castellonense, esta semana ha anunciado que este año destinará más de 30 millones de euros a políticas contra la despoblación del interior.