Crecer en votos y entendernos con el resto». Esa es la máxima del diputado Miguel Barrachina, por ahora único aspirante a presidir el PP provincial de Castellón --tras anunciar que no se presentará Javier Moliner--, y con la meta de «convertir las victorias electorales en más alcaldías para el PP en el 2019». En esta línea, anunció su disposición a «reafirmar o renovar las juntas locales del partido en este 2017» para, si toma el timón, reforzar equipos y propiciar gobiernos en las municipales y autonómicas.

La meta, en definitiva, mayorías absolutas para evitar que, aún ganando en apoyos, se acabe en la oposición. Y es que, como recordó Barrachina, «el PP se impuso en 100 de 135 municipios de Castellón, pero solo gobierna en 70». Acerca de dónde serían más necesaria nuevas caras, indicó «normalmente sería en aquellas con peor resultado electoral, aunque cada junta decidirá». Sobre cambios en Castellón ciudad, los descartó porque «como en otras, ya ha habido renovación», aunque, como en otras grandes capitales de España, el PP «sufrió la penalización de la marca». Y de Benicàssim, señaló que «Susana Marqués es una acreditada alcaldesa y tiene el respaldo del PP y también de los vecinos».

SALES, EN EL EQUIPO / Sobre el proceso abierto, Barrachina mostró su entusiasmo: «Es inédito en el PP. Por primera vez, solo se necesitan 50 avales de afiliados para ser candidato». Él la presentará «en días» y, por ahora, no sabe de más, aunque vería conveniente «al menos dos», para no dar sensación de «uniformismo». Sobre si podría concurrir el vicepresidente Vicent Sales, alabó su amistad y trayectoria, pero cree que no porque le ha apoyado públicamente y le ve «indispensable» en su equipo. Y si afines a Carlos Fabra aspirarán, lo ve «difícil, pero están en su derecho».

Al saber que Moliner desistía, Barrachina le animó a quedarse: «No me gustaría que acabe aquí su trayectoria política. Tiene una brillantez y templanza impropia de su edad. Es un valor y capaz de comprometer a gente que no es del PP. Rajoy sabe lo que vale y le pidió que continuara». Y en esto coincidió ayer la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, que recalcó la labor «excepcional» del castellonense Moliner, en un momento «muy complicado y difícil».

El segorbino señaló que consultó al PP nacional y le autorizó a compaginar su cargo de diputado nacional con el orgánico --incompatible, según casos--. Hasta 2019 seguirá «como portavoz en la comisión de Fomento», donde se ve «útil», y no se plantea si luego iría a Diputación en caso de victoria electoral. El plazo de candidaturas acaba el 29 de abril y si el 11 de mayo uno supera el 50% de votos de militantes inscritos, será investido presidente; y si no, en segunda vuelta, el 3 de junio, en el congreso de Peñíscola.