Castellón dice no al bullying. Y lo dice alto y fuerte, desde las instituciones, los colegios, las familias y los propios jóvenes, que alzan la voz contra esta lacra social de la que se conocen cada día casos nuevos y de víctimas más jóvenes. Pierde el miedo, denuncia, no seas cómplice o rompe el silencio fueron algunas de las consignas lanzadas ayer en la plaza de Las Aulas en una iniciativa de la Diputación a través de su proyecto Nada será igual, que se convirtió en viral a través de las voces de dos de los influencers más relevantes del panorama nacional, como son el youtuber Álex Stone,

@stoneismynamee; y el rapero y ganador de las peleas internacionales de gallos de Red Bull, Arkano, auténticos ídolos de masas.

Ellos hablaron a su audiencia, multitudinaria, de jóvenes de entre 12 y 18 años, para concienciarles de «hacer de Castellón una provincia libre de acoso escolar», apuntó el presidente de la Diputación, Javier Moliner, que presidió el acto junto con el subdelegado del Gobierno, David Barelles; la diputada de Acción Social, Elena Vicente-Ruiz; y el elenco de la película Nada será igual, con su director, Víctor Antolí, al frente.

Castellón se convirtió así en epicentro nacional de la lucha contra esta lacra social, que, según los datos de la Conselleria de Educación, afectó el pasado cursos a dos casos a la semana (67) de las 486 incidencias totales comunicadas en el aula.

Pero, como se dijo ayer, no se denuncian todas las que son. Y ese es uno de los «principales problemas a revertir», según fuentes de la Fundación Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR), que pone el acento en que «los casos, tanto de acoso escolar como de ciberacoso, han aumentado».

LOS AGRESORES, DE 11 A 14 AÑOS

EL PERFIL. El perfil del agresor atiende, en violencia física o verbal, a un chico de unos 11 años de media que insulta o pega, mientras que en el ‘ciberbullying’ son chicas, en grupo, más mayores, de 13 a 14 años. La edad de las víctimas se rebaja hasta los 7 años.

EN EL WHATSAPP. En el caso del acoso en las redes, la principal vía de acceso es el móvil, a través de los distintos chats de WhatsApp.

MÁS SENSIBILIZACIÓN. En el último años, según el estudio de la Fundación Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo de la Comunitat Valenciana, se han duplicado las medidas de reacción de los amigos y compañeros de una víctima de acoso, de un 22,2% de los casos a un 51,8%. «Hay mayor concienciación», apuntan.

LAS ‘ARMAS’ DE LA LUCHA

Para ello, la Administración, junto con los centros, las familias y las fuerzas policiales se arman con iniciativas como tutorías entre iguales, mediación de conflictos, unidades de intervención o TV movies. Es el caso, por ejemplo, de Nada será igual, que se ha proyectado en toda la provincia y que versa sobre «11 personajes víctimas de bullying en los que los jóvenes que lo sufren pueden sentirse identificados y que les llama a ser valientes», según Antolí, que avanzó que «se está fraguando una segunda parte sobre el ciberacoso». Sus protagonistas fueron los primeros en hablar: «Quiero una vida en la que las etiquetas solo existan en las latas, no necesite la aprobación de los otros y en la que no tenga miedo, en la que romper el silencio, y nada será igual», dijeron. Y recibieron decenas de mensajes en forma de carta, que se lanzaron al viento cual aviones de papel.

«Ningún acosado está solo», señaló Arkano, que incidió en la «responsabilidad» de los que tienen «la voz para llegar a los que sufren», en este caso a través del rap y las redes sociales. «¿Quién no conoce un caso en su entorno? Se dan cada día y hay que pararlo». Álex Stone puso el acento en que «todos juntos podemos parar el bullying, con valentía».

SON UN 14%

En Castellón, con los últimos datos en la mano, la mayoría de incidencias en las aulas, seis de cada 10, atienden a violencia verbal; casi la mitad, física; en uno de cada 10 casos hubo exclusión y un 6% fueron de índole sexual. Pero enciende la alerta, y mucho, el 14% que suma el acoso en el aula, la violencia reiterada que puede conllevar desde un absentismo continuado para no cruzarse con el agresor, a pensar en quitarse la vida. La última, una niña de 13 años en Murcia. H