La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, opinó ayer que «el Papa Francisco está bastante más avanzado que el Derecho Canónico» en cuanto a «la tolerancia» y al «respeto hacia todas las personas». La polémica ocupó ayer parte de la agenda política, tras el apoyo a la «no discriminación» del concejal de Ermitas, Enric Porcar, y la alcaldesa, al entrar en una reunión de la Fundación por la Concatedral de Santa María, señaló que mediará con el Obispado y la Cofradía.

Las redes sociales hervían ayer con comentarios y referencias a que el Papa, ya en el 2016 abrió la puerta a divorciados y gays en su Amors Laetitia.

«La decisión no me parece correcta», dijo la primera edil, «desde el respeto absoluto» al colectivo, pero determinó que «la Iglesia tiene que cuidar de la personas, independientemente de su elección de pareja». Por su parte, la concejala Sara Usó señaló que «la fe personal es universal y la devoción a la Mareta es independiente de ideologías o condición sexual. No entenderé nunca el rechazo a una persona casada con quien ama». Xavi del Senyor, de CSeM. exigió retirar las subvenciones públicas a los que discriminan por la orientación sexual.