El colectivo de taxistas de la provincia, formado por unos 200 vehículos, secundó ayer de forma «mayoritaria» el paro de dos horas (de 12.00 a 14.00) con el que el sector solicita una regulación ante la competencia «desleal» de las plataformas on line Uber y Cabify. El presidente de la Asociación de taxistas de Castellón y provincia (mayoritaria en Castellón), José Luis Artola, destaca el seguimiento, que cumplió los servicios mínimos (se exigían para dar servicio a hospitales y discapacitados, por ejemplo) y coincidió con la multitudinaria y agitada manifestación de Madrid.

Precisamente, hasta la capital de España se desplazaron 19 taxistas castellonenses, señala Artola, «para hacer saber a la Administración que se tiene que cumplir la ley; y que se nos respete frente a estas plataformas, que quieren trabajar sin regulación y sin pagar impuestos». Los taxistas de la provincia (y los 1.200 que según la agencia Efe se desplazaron desde toda la Comunitat) estuvieron acompañados por diferentes colectivos, entre ellos los estibadores provinciales, de los que fue «un buen número», dijo Artola.

La cita de Madrid acabó con cuatro detenidos, tras diferentes enfrentamientos con los cuerpos de seguridad. Y es que el colectivo del taxi reivindicó la limitación de las licencias de vehículo con conductor, de las que señalan que existen 1 por cada 7 taxis, cuando la legislación marca que deben ser 1 por cada 30.

La manifestación fue otra forma de visibilizar el malestar, que en Madrid se plasmó además con un paro de 12 horas --secundado por entre 10.000 y 25.000 taxistas, según los organizadores, y 6.000, según la Delegación del Gobierno-- y en Barcelona con otro de un día entero. Esto provocó numerosos problemas y colas, sobre todo en los aeropuertos de Barajas y El Prat, además de en estaciones ferroviarias.

Tras la protesta, los representantes de taxistas se reunieron en el Congreso con responsables de varios grupos parlamentarios para trasladarles sus demandas. Desde Portugal, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, apostó por defender al sector mediante más controles a las empresas que actualmente trabajan con conductores con licencia VTC.