Una inspección de los técnicos de la Diputación realizada a la Piscina Provincial el pasado 10 de julio revela que la empresa que ha gestionado la instalación hasta el pasado lunes, había dejado de realizar algunos trabajos de mantenimiento, sobre todo de maquinaria, aunque el aspecto de la instalación, en general, es bueno. Es lo único que ha trascendido de un informe más extenso para evaluar, además de las máquinas, el estado general de la infraestructura y los servicios que se estaban prestando a los usuarios del centro. Desde la institución propietaria de la instalación reconocen que esta falta de inversión detectada se sitúa en la línea de ahorro general que había estado aplicando la empresa Aiguagest SL ante los manifiestos problemas económicos que han desembocado en la presentación de un concurso de acreedores y en el cierre de la piscina.

Una situación que revertirán en este mes de agosto, durante el que la Diputación provincial se hará cargo del mantenimiento para reabrir a principios de septiembre. El proceso para hacerlo posible empieza hoy en el pleno extraordinario convocado a las 13.30 horas para rescindir el contrato de explotación con Aiguagest y aprobar una modificación de crédito de 369.000 euros que permita licitar una concesión temporal hasta final de año.

SIN LAS LLAVES

Por otra parte, la Diputación seguía ayer sin poder acceder a la instalación de la que es propietaria, al no tener las llaves porque la concesionaria se negó a entregarlas. Tampoco disponían del listado de abonados. Ambas cosas han sido reclamadas por el gobierno provincial vía judicial. Según explicaron fuentes oficiales de la administración, el juez tiene cinco días para resolver la solicitud, por lo que todavía está dentro de plazo y esperan tenerlas cuanto antes.