No solo los ayuntamientos están provocando una ligera recuperación de la obra pública en la provincia, algo palpable y que ayer publicó este diario, sino que otras administraciones también contribuyen, aunque sin llegar a los niveles de los años precrisis, a ello. Es el caso del inicio de las obras en el puerto de Querol de la N-232 por parte del Ministerio de Fomento... o de la adjudicación de los contratos para el mantenimiento de las carreteras de la red autonómica que acaba de producirse.

En este caso, la Generalitat ha formalizado los tres contratos en que se divide la provincia (norte, centro y sur) por 77 millones de euros, exactamente el mismo importe de licitación, lo que supone un incremento «del 40%» respecto al anterior ciclo contractual, que fue adjudicado por 55 millones, resalta la consellera de Obras Públicas, María José Salvador.

Uno de los contratos ha ido a parar a una firma provincial. Se trata de Becsa, que se ha hecho con el mantenimiento de la zona Centro, el contrato más jugoso, pues supone la materialización de 27 millones de euros durante los próximos cuatro años para la conservación de 293,3 kilómetros de carreteras y de otros 88,3 de vías ciclistas.

En cuanto a los otros dos contratos, la Unión Temporal de Empresas (UTE) CHM Obras e Infraestructuras-Ocide Construcciones se ha hecho con la conservación de los 365,6 kilómetros de carreteras de la zona Castellón Norte por un importe de 25 millones de euros; mientras que otra UTE, Asfaltos y Construcciones Elsan-Torrescámara y Cía de Obras, ha logrado la adjudicación del contrato de la zona Sur, que comprende 330,1 kilómetros de viales, por idéntica cantidad.

OBRAS DE URGENCIA Y NORMALES

En total, son casi mil kilómetros de carreteras (989, concretamente) en los que se llevarán a cabo actuaciones de diferentes tipos. Además de las labores más habituales, como la limpieza de plataforma, de cunetas y drenajes; los bacheos; o el mantenimiento de la jardinería, la iluminación y los semafóros, los contratos también incluyen actuaciones que se deriven de emergencias por lluvias, nieves o accidentes, a lo que se prestará una «respuesta inmediata», indica la consellera. Asimismo, el mantenimiento abarca también la conservación extraordinaria, que implica el refuerzo y renovación del firme, o la reposición de señalización horizontal y vertical: así como el acondicionamiento de intersecciones y de puntos peligrosos como curvas.

YA EN VIGOR

Con la adjudicación que se acaba de llevar a cabo (publicada en el Boletín Oficial del Estado y pendiente en el Diari Oficial de la Generalitat valenciana), los contratos entran en vigor, aunque de hecho ya se formalizaron entre el 20 y el pasado 10 de julio. Y es que los anteriores contratos de conservación estaban vigentes hasta finales de abril y ahora el mantenimiento de la red autonómica pasa a depender de los nuevos, que salieron a licitación a mediados de diciembre y que tendrán vigencia hasta mediados del 2021.

El mantenimiento de las carreteras del Estado también se desgrana en varios contratos, uno de los cuales salió a licitación en junio por 8,5 millones de euros.