El aeropuerto de Castellón intensificará las batidas internas para combatir la plaga de conejos que afecta a la infraestructura, así como a cinco términos municipales de la comarca. Aerocas ha invertido, asimismo, 30.000 euros en reforzar la valla perimetral de unos 15 kilómetros que rodea la instalación y evitar, así, tanto la entrada como salida de estos animales. Así lo confirmó ayer a Mediterráneo el director general de Aerocas, Joan Serafí Beltrán, después de que la Conselleria de Medio Ambiente alertara esta semana de la «peligrosidad» de la superpoblación de conejos.

El director territorial en Castellón, Toni Garcia, advirtió de la presencia de miles de ejemplares en el aeropuerto, que actúa, dijo, como una «superreserva». En este sentido, Garcia explicó que, además de los cuantiosos daños que causan, estos mamíferos atraen también a aves rapaces, por lo que «también hay un riesgo indirecto para los aviones».

Por su parte, el director general de Aerocas puntualizó ayer que el peligro es «el mismo que en cualquier otro aeropuerto de España» y sostuvo que la presencia de rapaces «no supone un gran riesgo». Beltrán recordó que «todas las semanas se hacen batidas internas» en el aeropuerto.

Por su parte, el delegado de la Federación de Caza en Castellón, Máximo Berenguer, aboga por incrementar la presión externa y mejorar la limpieza en los terrenos de la zona que están abandonados. «El año pasado colaboramos voluntariamente en dos batidas, pero no son suficientes. Hay que autorizar más y llevar a cabo un mantenimiento si queremos que se reduzca la plaga de forma efectiva», advierte.

Por su parte, el secretario general de la Unió, Ramón Mampel, insiste en los «graves daños» que los conejos provocan en el campo y reivindica una bajada efectiva de la población para proteger las cosechas. «Hay que barajar todas las soluciones posibles, pero las batidas son claves», sostiene.