El sector azulejero castellonense prevé que 2018 será un buen año con valores de crecimiento que irán en la línea de este ejercicio, con incrementos en torno al 5% o más, una evolución que buena parte de las empresas esperan mantener, al menos, durante los dos próximos años con un mercado exterior que crece y una demanda interior que comienza a despegar. Estos datos vienen acompañados por la revitalización de dos escenarios que marcarán ya a primeros de año una tendencia en positivo, con Cevisama, feria que prevé superar ampliamente los 100.000 metros cuadrados de superficie, o un congreso Qualicer, a celebrar una semana después, que ha visto crecer el número de trabajos presentados con respecto a 2016 en casi un 20% hasta alcanzar los 110, inédito en los últimos años.

Aparte de los valores cuantitativos, el azulejo español prevé para 2018 un repunte de las novedades en cuanto a diseño y materiales, debido principalmente a incremento del gasto e inversión de las empresas en innovación y desarrollo, que no ha parado de crecer en el último año. A lo largo de 2017 este apartado ha experimentado un auge cuyos resultados, en parte, podrán verse ya en los próximos meses, tal como se avanzó a lo largo del pasado mes de septiembre durante la pasada feria Cersaie de Bolonia.

El presidente de Cevisama, Manuel Rubert, confirma estas buenas expectativas para una feria que sumará en 2018 a su ya tradicional oferta la de las firmas fabricantes de cerámica. Desde Asebec, así como desde otras empresas del sector, señalan el buen momento que atraviesa, con la ampliación de mercados, tanto en el Magreb como en Asia. Un primer balance de lo que será Cevisama en Feria Valencia habla de incrementos de expositores, una mayor presencia de empresas y una ampliación en el número de pabellones ocupados.

NOVEDADES

Entre las novedades destacan, a su vez, la nueva ubicación prevista para las empresas de materiales y utillaje para solados y alicatados. Rubert también avanza que la feria trabaja actualmente en reforzar las propuestas técnicas de la feria y, sobre todo, incorporar nombres de relevancia internacional en el mundo de la arquitectura, con el propósito de ampliar la oferta y dirigirla a un sector que promueva la implantación de la cerámica en los espacios y ayude a ampliar sus posibilidades de uso. A esto hay que sumar la previsión de una fuerte presencia de empresas internacionales.

La coincidencia en fechas y espacios con otras ferias como Fimma-Maderalia, dedicada a maquinaria, decoración y madera, harán que se compartan intereses en sectores afines en cuanto a vías de negocio.