La campaña citrícola en ciernes, que en Castellón todavía se centra en las variedades tempranas de clementinas y está prácticamente a las puertas de comenzar la recolección de la clemenules, arranca «bastante correctamente», señala Jorge García, presidente de la patronal provincial de exportadores (Asociex). El motivo es que en los mercados europeos hay «algo menos de fruta», reconoce él mismo, y corroboran desde las distintas organizaciones agrarias.

El secretario técnico de Fepac-Asaja, Doménec Nàcher, así lo apunta; y el responsable de cítricos de la Unió, Carles Peris, destaca que en los lineales de las cadenas de distribución sí se pueden encontrar naranjas de fuera (sobre todo navel, que compiten con la navelina autóctona, que ya se está recolectando), pero «no hay importación de mandarinas de países terceros; se ve que esta campaña han tenido una producción más baja». También Jorge García reconoce que «todavía quedan naranjas, pero las clementinas ya han acabado».

Más tirón que el año pasado

Con estos condicionantes, el mercado europeo se muestra «más o menos, fluido», señala García. Esto es toda una novedad respecto a los años anteriores, cuando las ventas de los comercios y cooperativas castellonenses a sus clientes habituales en los inicios de la temporada citrícola sufrían muchas dificultades por la competencia de la fruta foránea, como sucedió el año pasado con las importaciones de Sudáfrica.

Todo esto, añadido al descenso de la producción en el territorio estatal (y que en el caso de Castellón ha visto como se reducía en un tercio el tonelaje de clemenules) ha motivado un alza de las cotizaciones, que para la variedad estrella de la citricultura provincial es «de entre el 15 y el 20%» respecto al año pasado a estas alturas, manifiestan a Mediterráneo tanto Nàcher como Peris.

Un 18% según la lonja

Así, el secretario técnico de Fepac afirma que la nulera se está cotizando en la actualidad a «entre 0,24 y 0,36 euros el kilo». La horquilla que se toma como oficial, la de la Mesa de cítricos de la Lonja de València (donde también están representadas las empresas), va de los 0,212 a los 0,306 euros el kilo. El precio mínimo es el mismo que el año pasado, pero el máximo supone un importante incremento de algo más del 18%.

Así las cosas, desde las organizaciones agrarias confían en tener una campaña «escalonada» en que la fruta pueda salir al mercado sin colapsos.