El equipo de gobierno de Castellón confía en el apoyo de su «socio natural, Castelló en Moviment», cara a la aprobación del presupuesto municipal del 2018, según reconoció la portavoz del bipartito, Verònica Ruiz, aunque matizó que, «como siempre, se buscará el máximo apoyo posible en todos los grupos». Y puso como ejemplo el desarrollo de las ordenanzas fiscales, para las que se creó una comisión de trabajo en la que están representados todos los grupos municipales y que ha servido para incluir algunas propuestas de la oposición. Esas han sido las acciones previas, y cara al pleno del próximo jueves en el que prevén aprobar estas ordenanzas fiscales que marcarán el futuro presupuesto municipal, «cada grupo, en conciencia, hará lo que considere», manifestó la portavoz.

«Nuestra voluntad es llegar a consensos, porque trabajamos para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía», resaltó. Lo han intentando con las ordenanzas fiscales y harán lo mismo en los presupuestos, siendo conscientes de que «alguna línea presupuestaria no tendrá el apoyo de algunos partidos políticos», y puso sobre la mesa la partida --incluida en el presupuesto de la Concejalía de Sosteniblidad-- que se destinará al proyecto arbóreo que se ejecutará en la zona que ahora ocupa la cruz del parque Ribalta. Un monumento que está previsto retirar del Ribalta a lo largo del próximo año, en base al cumplimiento de la ley de memoria histórica, tras disponer de informes que consideran que se trata de un «símbolo franquista».

Respecto a Castelló en Moviment, la portavoz resaltó: «Los tres tenemos un objetivo en común, que es el desarrollo del Pacte del Grau. Partiendo de esta premisa, la voluntad de llegar a un consenso es máxima».