El equipo de Gobierno de la Diputación de Castellón informó este miércoles de que los presupuestos de la institución del 2018, aprobados el pasado martes, han erradicado los convenios singulares --aquellos por los que se acordaba con una población concreta la asignación de fondos-- de las cuentas provinciales, que serán las primeras de su historia que no incluyen esta figura.

La medida da respuesta a una reivindicación de los partidos de la oposición, que criticaban el sistema por entender que no era equitativo con los diferentes municipios a la hora de acceder al dinero de la Diputación.

El presidente provincial, Javier Moliner señaló en este sentido, precisamente, que la erradicación de los convenios singulares «es la máxima expresión del tratamiento equitativo que rige el comportamiento del Gobierno provincial hacia los 135 municipios de la provincia».

Las cuentas que este jueves publica el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) presentan, en contraste con la anterior fórmula, «una clara proliferación de líneas de ayudas regladas abiertas tanto a municipios como a asociaciones o entidades», indicaron desde la institución.

Añadieron como ejemplos de la política de libre concurrencia, el propio Plan Castelló 135 (antes Poys) en el ámbito de Cooperación, con cerca 12,4 millones de euros dirigidos a obras y servicios de los ayuntamientos; y el área de Acción Social, con las subvenciones a las entidades prestadoras de servicios sociales que supone la distribución de cerca de 400.000 euros entre más de un centenar de colectivos.

Mencionaron también el capítulo de Deportes, con las ayudas tanto a clubes deportivos, deportistas de élite o a las corporaciones locales para la celebración de eventos en el programa Castellón Escenario Deportivo; así como Cultura o Turismo, que sí incluyen algunos convenios plurianuales anteriores, pero elevan las ayudas regladas.