Para mirar hacia las fiestas de Castellón del siglo XXI «urge la reforma integral de los estatutos del Patronat de Festes». El món de la festa, reunido en el IV Congrés Magdalener, reivindica una «normativa más adecuada a los tiempos actuales» y «llama a los grupos políticos municipales a un necesario consenso para crear una comisión, políticamente independiente, y con la colaboración de los colectivos para ello».

Lo dijo ayer la concejala de Fiestas y presidenta del Patronat, Sara Usó, en el cierre del cónclave en la Cámara de Comercio, y así se especifica en el primero de los 90 puntos fijados en las declaraciones institucionales finales, tras las 61 comunicaciones y 71 enmiendas, que deben asentar las bases de la organización y gestión, la financiación, la identidad y representatividad, la proyección exterior y la internacionalización y la programación de la semana grande de Castellón.

Ante unos 300 congresistas de los 727 inscritos --Usó cifró en «un 52% la asistencia media, más baja de lo previsto»--, destacó la «reforma estatutaria de las fiestas» como un elemento «básico» para «marcar la planificación de futuro de los demás puntos e ideas».

Fernando Vilar, coordinador de la cita, destacó además que «es uno de los puntos clave surgidos estas semanas, para encajar los órganos de gestión y de organización como son la Junta de Festes, el Patronat y el Ayuntamiento». Al respecto, el presidente de la Junta, Juanvi Bellido, remarcó la «necesidad de concretar muchos temas con varias lecturas, como las funciones y la organización».

El comité organizador pidió ayer al Ayuntamiento poder «repetir el congreso cada cinco años», en «primavera o verano».

LAS CLAVES //

En un plano que prevé pocos cambios a corto plazo, la gaiata, como monumento y como sector, sale muy reforzada de la cita. «Es el símbolo de la tradición e historia y nuestro elemento diferenciador», que se debe, según el documento, «promocionarlo y realzarlo», abriendo su producción no solo a los 19 sectores, sino a «otros colectivos, además de a los ciudadanos».

No obstante, el mayor debate lo ha suscitado la programación, con el Pregó y la Romeria en el punto de mira, la querencia de blindar la descentralización de los actos, llegando a todos los sectores y barrios y «equilibrando el programa», y la urgencia de «una normativa especial para los nueve días de semana grande» para collas, gaiatas y entes.

Queda claro, además, el propósito de que «las fiestas de la Magdalena vuelvan a ser las fiestas de la luz», como señaló Vilar. Y que así se vendan, en la ciudad y fuera, «como producto cultural único y singular» para que se identifique a Castellón como «la ciudad de las gaiatas». El Congrés insta al Ayuntamiento a presentar un plan estratégico «en un año» y a «generar nuevas actuaciones de internacionalización».