Un jarro de agua fría. Esto es lo que ha recibido la UJI, por parte de la Conselleria de Educación, después de que el rector, Vicent Climent, advirtiera de que el estado «crítico» de las cuentas de la universidad pública de Castellón requieren de financiación autonómica para poder, entre otros proyectos, concluir la facultad de Ciencias de la Salud, cuya primera fase ya ha terminado. Ahora está pendiente de licitar la segunda parte, que asciende a 13 millones de euros, pero la UJI asegura no disponer de recursos para hacer frente al gasto.

Desde la Conselleria de Educación indicaron ayer que no habrá una partida ex profeso para que el campus pueda terminar esta actuación, aunque confían en que la nueva facultad se pueda completar con los fondos que recibe la universidad del Gobierno autonómico. Este ejercicio la UJI percibió un ingreso extra de 11 millones para las obras de Ciencias de la Salud, pero en los presupuestos del 2018 no hay prevista ninguna partida para este capítulo concreto.

Y es que para el 2018, el Consejo de Gobierno aprobó un presupuesto de 98,5 millones de euros, lo que supone un recorte de 36 millones respecto al 2017. Y es que este año, además del plus de 11 millones, también se abonaron los 26 millones para amortizar créditos que el Consell avaló en la etapa de Eduardo Zaplana al frente. Por tanto, las cuentas de la Jaume I se quedan al mismo nivel que en el 2016.

El departamento de Vicent Marzà recordó que el anterior gobierno del PP «incumplió» de manera reiterada sus compromisos de abonar de forma escalonada la deuda histórica con las universidades públicas valencianas, mientras que el Gobierno del Botànic ha hecho frente a estos pagos. «Hasta el 2017, de los 768,86 millones de euros que dejó el PP de deuda histórica, ya hemos asumido 418,94. Cuando se aprueben los presupuestos del 2018 habrá que sumar 47,33», indicaron, al tiempo que aclararon que el importe que recibe cada una de las universidades públicas al año en este concepto es variable. Está previsto que sea en el 2022 cuando se dé por saldado este impago que se arrastra desde hace años.

Desde la cartera de Marzà afirmaron que entienden las reclamaciones del rector de pedir un aumento en la financiación, aunque justificaron que, de momento, resulta improbable esta solicitud debido a la «infrafinanciación» que padece la Comunitat Valenciana por parte del Gobierno central.

En cuanto al capítulo de ingresos, la Conselleria de Educación recordó que compensará económicamente a la UJI la bajada de tasas, que ha sido de un 7% este curso, mientras que el próximo será de otro 8%. En este sentido, el propio Climent ya ha lamentado que este ingreso no tendrá lugar hasta el próximo año, a pesar de que la rebaja se ha notado este ejercicio en las arcas de la universidad pública de Castellón.

La falta de financiación lastra las obras de la segunda fase de Ciencias de la Salud, pero también la ampliación del Espaitec o la puesta en marcha del grado de Ciencias del Deporte.