La borrasca Ana abandona la provincia dejando tras de sí vientos de casi 90 km/h, temporal marítimo y algunos incidentes (caídas de árboles, vallas o cornisas).

El catedrático de la UJI, José Quereda, afirma que la ciclogénesis que ha barrido la Península desaparece y hoy quedará una racha muy moderada (40-50 km/h) que irá amainando. Señala que las montañas del Sistema Ibérico hicieron de barrera, provocando que las lluvias apenas llegaran a la provincia (1 l/m2 se recogió en Vinaròs y 0,6 en Segorbe) y que la diferencia de presión originara estos vientos fuertes sobre la provincia. Unos vientos que dejan en Castellón sucesos testimoniales (la caída de una maceta de una terraza en la calle Rafalafena y un cartel publicitario descolgado de un inmueble en Hermanos Bou). En Tales cayó un árbol en el camino de acceso a la urbanización Falda del Montí y al convento de las monjas. Vinaròs registró el desprendimiento de una cornisa y una parte de un balcón de dos fincas de la calle Pablo Ruiz Picasso. También cayó una palmera en esta localidad y en Almassora, un árbol de Navidad. En Onda y Vinaròs hubo dos incendios de cultivo abandonado.

El temporal marítimo dejó amarrada la flota en Benicarló y Peñíscola. En Burriana solo salió una barca a faenar y en Vinaròs lo hizo también solo una de arrastre. Informan Escrig, Sánchez, Roig, Martín y Flores.

En las próximas horas, el temporal se aleja y las temperaturas se van a mantener frescas (15-16SDgr en la costa de máxima), aunque subirán jueves y viernes a máximas de 20 y volverán a bajar el fin de semana. Pero no se prevén lluvias, matiza José Quereda.

RETRASOS DE TRENES

El último temporal causó problemas en nueve trenes de Cercanías de la Comunitat. Retrasos de 15 a 45 minutos, uno en la línea C-6, que une Castellón y València, debido a la caída de un árbol. Demoras y cancelaciones también de varios vuelos en los aeropuertos de Valencia y Alicante, e intervenciones por causa del viento.

Mientras, en el resto del país Ana dejó un pescador de caña desaparecido en Santa Ponça (Mallorca), complicado las comunicaciones aéreas, con 50 vuelos cancelados, y marítimas, además de ocasionar centenares de incidencias, casi todas menores.