El conseller de Educación, Vicent Marzà, destacó ayer en el Senado que no teme «un recurso de inconstitucionalidad» contra el decreto-ley de plurilingüismo, vigente este curso tras la suspensión de una primera normativa, e insistió en decir que están «tranquilos», tras referirse a la Comisión Bilateral de Cooperación entre el Estado y el Consell para analizar la norma anunciada por el ministro de Educación, Íñigo Méndez. «Acudiremos cuando se convoque para explicar con normalidad el decreto ley» que tiene el objetivo de que «todos los niños dominen las dos lenguas oficiales y una extranjera».

El conseller viajó a Madrid para participar en el grupo de trabajo que está elaborando el futuro Pacto Educativo, en el marco de la comisión general de las comunidades autónomas de la Cámara alta, que está recibiendo desde septiembre a todos los consejeros. Marzà avanzó que «para llegar a este pacto debe haber un buen clima político». E instó a «abandonar los frentismos que de forma extremadamente grave se están haciendo desde una parte del arco parlamentario, que llevan a acusar a los profesores de adoctrinamiento».

Marzà vendió en Madrid el modelo educativo valenciano «contra las desigualdades», en el que explicó la necesidad de unas «aulas que se adapten a los alumnos, al contexto y a sus necesidades, y no a la inversa». Y puso sobre la mesa iniciativas como el Xarxa Llibres, la gratuidad en la etapa de 0 a 3 años, «que permiten derribar las barreras en el aspecto económico»; o las actividades extraescolares, la regulación de los deberes o las ayudas de comedor». «Es necesario repensar el sistema educativo, siempre desde la educación pública», señaló.