El XVIII había sido un buen siglo para Castellón. Desde el punto de vista demográfico, hay que recordar que se produjo el hecho que de los 4.500 habitantes existentes en 1735, se pasó a los 13.000 al siguiente siglo. Claro que al comienzo del XIX, en 1807, dio comienzo la llamada Guerra de la Independencia, de consecuencias muy graves para los castellonenses. Pero cuando acabó, se abrieron nuevos tiempos con nuevas mentalidades y otros escenarios sociales. Y hay que recordar que el siglo XIX fue la verdadera época de la fundación de los casinos, inspirada sin duda por jóvenes románticos y progresistas, como aseguraba el erudito don José Sánchez Adell. Éramos una de las ciudades que contaron con ese elemento movilizador de la vida local y de relaciones sociales.

Durante la redacción de la Constitución Española de 1812, puede afirmarse que es cuando empieza a hablarse del Casino. Es el hecho que constituye sin duda a que Castellón se convierta en capital de provincia. Y así, el 19 de marzo de 1814, es cuando se constituye la sociedad que se instala en el caserón de la calle de Caballeros, número 12, propiedad del primer presidente, don Francisco Giner y Feliu, Barón de Benicàssim. Aunque la fijación en el ánimo general tuvo lugar al celebrarse el primer traslado, esta vez al edificio dels Quatre Cantons, cuyo propietario era Cosme Martí, el Batlle de Castellón, cuyo yerno, el brigadier Vicente Villalón, fue el segundo presidente.

EL TRASLADO. Fue en 1865 cuando por el incremento espectacular de socios y la necesidad de mayores espacios para sus fiestas, reuniones y tertulias, se trasladó el Casino al palacio de Francisco Tirado, situado en la Puerta del Sol. Caserón del siglo XVII que se había construido como premio al influyente político y propietario por sus gestiones en la Corte para conseguir la separación de la Acequia Mayor de Castellón, del término de Almassora.

DETALLES. Desde su fundación siempre se llamó Casino de Castellón, pero en 1876 pasó a denominarse ya Casino Antiguo, aunque en 1938, consecuencia de la Guerra Civil, se llamó Centro Antiguo Cultural. Y en 1947, siendo presidente Antonio de Cachavera, pasó a ser ya el Casino Antiguo, con sus etapas de rehabilitación y modernización, incrementándose las ya famosas Tertulias del Salón de la Chimenea y los salones de juegos en el sótano. En los años de la postguerra civil, el Casino alquiló durante un tiempo parte de los bajos y la entrada principal para oficinas del Banco de Vizcaya.

Los prestigiosos arquitectos Francisco Maristany, Vicente Traver, Manuel Montesinos, Mariano García, Vicente Vives y Eduardo Ruiz participaron en la dirección de las obras de rehabilitación del local social que tuvieron lugar en 1922-23, en 1948, en 1967 hasta 1969 y la tan significada de 2003, que se prolongó hasta el 2004.

CASINO REAL. Desde el mes de enero de 2015, el Casino recibe la denominación de Real Casino Antiguo de Castellón, por indicación de su Majestad el Rey de España, don Felipe VI.

Con un historial brillantísimo de personajes que han desempeñado el cargo de presidentes y muchos de sus colaboradores, incluso destacados abastecedores del bar y los comedores, en la actualidad ocupa la presidencia don Marco Esteve, con Pilar Pallarés de vicepresidenta y Francisco Jáuregui de secretario general, entre un listado de más de diez socios pertenecientes a la junta directiva, entre singulares y efectivos empleados para los departamentos de secretaría y recepción, la imagen del centro.

En un primer tiempo parecía natural el hecho de que las mujeres no podían ser socias del Casino. Pero a finales del siglo XX se levantó aquel veto y la actual presidenta de la Cámara de Comercio, doña María Dolores Guillamón, tiene el honor de ser la primera mujer socia del Casino Antiguo, todo muy festivo.

Desde el año 1992, la universal empresa comercial Porcelanosa, con sede principal en Vila-real, que, con José Soriano a la cabeza fue la patrocinadora de los llamados ‘Premios Taurinos Casino Antiguo-Porcelanosa’ de difusión nacional. En otro orden, el patrocinio general lo ostentan las firmas comerciales Torrecid, con sede central en l’Alcora y la también nacional Lexus, aunque siempre están al tanto el Ayuntamiento y la Diputación, para cubrir cualquier necesidad, a quienes hay que añadir un singular grupo de empresas comerciales.

Bajo la presidencia de Víctor Arandes, en 2003, fui requerido para integrarme en la junta directiva y para escribir y publicar un libro sobre la historia del Casino. Y fui muy feliz cuando se celebró la XXI Asamblea Nacional de Casinos, bajo la organización del de Castellón, los días 15 y 18 de mayo de 1996, con asistencia de representantes de veinte casinos y ateneos de toda España.

Otra notoriedad la representa el Patrimonio Artístico del Casino, con obras de nuestros grandes pintores de Castellón. Me complace citar, en primer lugar a mi amigo Vicente Castell Alonso y a su abuelo Castell Doménech. Y a Díaz Naya, con Tasio y Vidal Serrulla, Planchadell, Porcar y Luis Prades, Gimeno Barón y Sábat, Sanchis Yago, Soler Blasco y Catalán y ese arte mágico de los Murales, que deslumbran ya desde la propia escalera real, escenario de tantos instantes inolvidables, muy fotografíado.