Una gran marea roja recorrió las principales calles de la ciudad durante la mañana de ayer. Más de 3.000 mujeres se sumaron a la ya tradicional Cursa de les Dones, impulsada por la Concejalía de Igualdad y el Patronat d’Esports, para pedir la igualdad de género bajo mensajes que se convirtieron en una firme declaración de intenciones. El eslogan Mitja hora per canviar el món se convirtió en uno de los emblemas que las participantes llevaron por bandera y que pasearon por el centro de Castellón en una mañana de lo más multitudinaria.

Se trata de la 14ª edición de una carrera no competitiva cuyo itinerario consta de tres kilómetros y en la que la edad no importa. Mayores, jóvenes y hasta madres con carritos o acompañadas de la mano de sus pequeñas sobre patines partieron desde el Passadís de les Arts del parque Ribalta cargadas de ilusión y sonrisas para reivindicar su papel en la sociedad. «Queremos poner en valor que las mujeres somos iguales que los hombres y que no se nos tiene que discriminar por cuestión de género», recalcó tras dar la salida la alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco, junto a la vicealcaldesa y concejala de Igualdad, Ali Brancal; la responsable del área de Salud Pública, Mary Carmen Ribera; y la asesora en el Ayuntamiento de Castellón Susana Ros. «Nuestra intención es visibilizar al 51% de la población femenina que existe en el mundo y, a la vez, animar a las mujeres a dar pasos hacia adelante. No hay que autolimitarse», añadió la primera edil en el punto de inicio.

Fiesta en el Ribalta

Se trata de una manifestación de carácter festivo -y así se sintió durante toda la mañana-- en la que cada año se inscriben más mujeres, según apuntó a este rotativo el concejal de Deportes, Enric Porcar, que fue fiel a esta cita que une deporte e igualdad.

La mañana comenzó poco antes de las 11.00 horas. Hasta el parque Ribalta se acercaron centenares de mujeres y niñas con un objetivo común: derribar las barreras de género. Todas ellas pudieron disfrutar, antes de que se diera el pistoletazo de salida a la carrera, de una masterclass de zumba que ayudó a las asistentes a entrar en calor y a cargarse de energía positiva para irradiar de ella el centro de la ciudad en un día soleado.

Así, pasadas las 11.15, las más de 3.000 mujeres se posicionaron en el pasaje del parque y comenzaron con su propia lucha, pisada tras pisada. Una lucha que consiguió movilizar a buena parte de la sociedad castellonense para pintar de rojo el centro de la ciudad en una mañana reivindicativa y femenina.