La tensión del conflicto independentista catalán vuelve a tocar suelo castellonense. Después de que el lunes las sedes de PP y Ciudadanos amanecieran con pintadas pidiendo la «libertad de los presos políticos», a primera hora de ayer, los defensores de una Cataluña independiente se echaron de nuevo a las calles para protestar contra el encarcelamiento de Puigdemont--quien continúa en prisión preventiva en Alemania--,

cortando diversos tramos de carreteras, entre ellas la N-340 en el término de Alcanar (Tarragona) que obligó a desviar el tráfico en Vinaròs para que ningún vehículo quedara atrapado.

Uno de los sectores más perjudicados por estas protestas ha sido el colectivo de transportistas de Castellón, que se ha puesto en pie de guerra y ha pedido tanto al Gobierno como a la Generalitat «que pongan en funcionamiento de manera inmediata las medidas necesarias para garantizar la actividad del transporte de mercancías por carretera», según apunta a este rotativo Javier Zaldívar, secretario general de Asociación Empresarial Castellonense de Transportes de Mercancías por Carretera (ACTM).

Tal y como ha manifestado el propio responsable, el corte de carreteras registrado durante la jornada de ayer afecta a un «sector estratégico y vital para el funcionamiento del comercio y la industria». Y es que la paralización de vehículos de transporte ocasionada por estos actos representaría unas pérdidas de facturación para el sector del transporte de unos 25 millones de euros por jornada, de los que 15 corresponderían al transporte internacional y el resto al nacional, regional y local.

En este sentido, Zaldívar ha incidido en que el trabajo y la libre circulación de mercancías y personas son derechos constitucionales» y, por tanto, «es responsabilidad de los cuerpos de seguridad del Estado y de las comunidades autónomas velar por que ambas se puedan desarrollar con normalidad».

Los disturbios se produjeron poco antes de las 8.30 horas, cuando las protestas de grupos de defensores del independentismo catalán provocó el corte de los dos carriles de la N-340 a su paso por Alcanar. Así, la Guardia Civil de Tráfico, en coordinación con los Mossos d’Esquadra, se vio obligada a desviar el tráfico desde Vinaròs por la N-238, la CV-101 y la AP-7, tal y como informaron desde la Subdelegación del Gobierno en la provincia.

CORTES GENERALIZADOS // Cabe destacar que los grupos de independentistas protagonizaron diversos cortes de carreteras en Cataluña --como la AP-7-- toda la jornada y, finalmente, abandonaron la N-340 por su propio pie, tras más de seis horas de protestas. Más información: Págs 24 a 26.