Empeñado en llevar hasta la excelencia la coordinación de todos los implicados y en la formación de la población en prevención, casi por igual el sargento de Bomberos Antonio Costa es responsable del amplio y complejo servicio de Protección Civil en la ciudad de Castellón desde 2015.

Un periodo de tiempo limitado en el que, sin embargo, han cambiado muchas cosas a tenor del relato que Casas hace, un relato en el que la preocupación por llegar a la población, «más allá del reparto de trípticos», para transmitir principios básicos de autoprotección, es el gran reto.

<b>--¿Qué es el servicio de Protección Civil municipal?</b>

--Un conjunto de herramientas, técnicas, disciplinas y organizaciones que tienen como fin planificar, coordinar, formar y divulgar conocimientos frente a las emergencias, que materializa en tres niveles, el profesional, la población y el voluntariado. Precisamente, se tiende a confundir protección civil y voluntariado, pero este último es solo una parte. Los implicados en la Protección Civil son la policía Local, los Agentes de Movilidad Urbana y los Bomberos en el ámbito municipal; los servicios de emergencias y sanitarios, junto a la Policía de la Generalitat en el autonómico; y Policía Nacional, Guardia Civil y Salvamento Marítimo en el estatal, además de empresas privadas que complementan a veces el servicio, el sanitario, por ejemplo.

—Castellón acaba de dar carpetazo a las fiestas de la Magdalena ¿cuál es el balance desde el punto de vista de protección civil?

--Muy satisfactorio, porque el índice de siniestralidad ha sido similar al 2017 y, sin haber grandes cambios, se han consolidado algunos pequeños, pero muy importantes, como las especificaciones para los espectáculos pirotécnicos; cerrar la cantera tras la Magdalena; retirar los puestos ambulantes del puente de acceso al ermitorio, o un refuerzo muy grande en el servicio sanitario en actos concretos. Nos preocupan los casos de intoxicaciones etílicas, porque ha habido muchas y, a menudo en menores, lo que nos parece motivo para la reflexión. Los momentos de más tensión son los eventos pirotécnicos. Aunque hay una rutina, cada segundo es de riesgo y cada vez que uno acaba bien nos sentimos especialmente aliviados.

—¿Qué tipo de eventos son los que más trabajo dan a Protección Civil en la ciudad?

--Quizás la Cabalgata de Reyes, por el público infantil; o la noche de San Juan, con las hogueras y el mar como fondo del consumo de alcohol. Todo lo que supone presencia masiva de público tiene implicaciones de dificultad, sobre todo, para que los efectivos puedan moverse por la ciudad para atender cualquier tipo de emergencia que surja.

—En general ¿Cuál es el diagnóst<b>ico del servicio de Protección Civil? ¿Qué se puede mejorar?</b>

--Además de consolidar la planificación, vamos a potenciara la coordinación entre servicios. Falta perfilar detalles en coordinación, un aspecto en el que funciona ya la coordinación del sistema de emergencias autonómico, pero en el que, orientados hacia la excelencia, debemos ir a más. Preocupa mucho llegar a la población. No queremos quedarnos en el reparto de trípticos, el gran reto es transmitir los principios básicos de autoprotección, que la gente conozca el riesgo razonable de su entorno y todos tengamos nuestro modelo individual de autoprotección en función de nuestras circunstancias. Para lograr este objetivo, más allá de iniciativas como la cuenta en Twitter con la que tratamos de informar, es fundamental que haya formación en las escuelas en seguridad vial, aspectos sanitarios y frente a emergencias.

--¿Tiene algún proyecto para mejorar la coordinación en el servicio que estima tan necesaria?

--A corto plazo tenemos la idea de que la gestión de emergencias se centralice en un puesto de mando fijo, incluyendo a los bomberos, en el Centro Integral Municipal de Seguridad y Emergencias. Un avance que ya se ha materializado es la creación de un puesto de mando preventivo, un vehículo en el que se reúnen los responsables de Policía Local, Bomberos, asistencia sanitaria, y Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil, e incluso Salvamento Marítimo si están implicados, desde donde hacemos el seguimiento de cualquier incidencia durante el desarrollo de un evento. Es una forma de trabajar novedosa y que está funcionando muy bien.

--Está previsto que el próximo verano se active la primera agrupación local del Voluntariado de Protección Civil regulada ¿qué aportará esta unidad?

--Hay ya unas 75 personas interesadas ya en voluntariado, que pasarán un test psicotécnico y recibirán después formación específica en mayo, y la idea es que para San Juan y las fiestas de Sant Pere en el Grao ya esté en marcha. Se trata de un ámbito muy importante y Castellón puede tener muchos voluntarios, pero es importante que la gente entienda que es una entidad perfectamente regulada que hace un trabajo serio y poco vistoso, que no está remunerado en absoluto, tal y como marca la ley. Lo cierto es que hacen falta ojos, gente que pertenezca al contexto de los eventos, desde la realidad de que Castellón necesita un 90% de prevención y un 10% de intervención.

—Otra novedad es que esta semana la Generalitat ha aprobado el Plan Territorial frente a Emergencias de Castellón ¿qué supone contar con este documento?

--Es muy importante que Castellón cuente con un Plan Territorial Municipal frente a Emergencias, después de muchos años sin él, del que cuelgan otros subordinados, que particularizan riesgos concretos como los de incendios forestales o de inundaciones. Se homologó el martes y ya está en vigor oficialmente. El próximo 10 de mayo haremos una jornada técnica municipal en la que participarán todos los implicados en Protección Civil, precisamente para presentar el plan e intercambiar experiencias.

<b>—Desde junio del 2005 España está en un nivel cuatro de alerta antiterrorista ¿tiene esta situación alguna consecuencia para el trabajo de Protección Civil?</b>

--El trabajo por la alerta corresponde a la Policía Nacional y nosotros trabajamos al margen, pero sí nos coordinan si tenemos que adaptar nuestros medios a sus medidas en los eventos.