Derroche de bondad, fidelidad y ternura en una cita --más que necesaria-- que ha llegado para quedarse. La localidad de Benicàssim celebró su primer festival de adopciones en la plaza Corts Valencianes. Un evento que reunió a cientos de personas que mostraron su cara más solidaria y que se volcaron con la causa. Tan solo hacía falta darse una vuelta por los expositores instalados en la zona para poder corroborar que la solidaridad de los castellonenses aumenta cada año y que la lacra del abandono animal ya no es tanto una preocupación como una ocupación.

Y así se sintió. Más de medio centenar de peludos desfilaron ante un público que quedó prendado de la simpatía de los canes, que entraron en la pasarela con paso firme a la espera de que alguno de los asistentes se enamorara de ellos y poder encontrar, al fin, un hogar. Galgos y podencos --los más castigados por el abandono y el maltrato--, además de peludos de otras razas y tamaños, vivieron una intensa jornada en la que todas las miradas se posaron sobre ellos.

Y fueron muchos los que gracias a este encuentro han tenido su oportunidad y han dejado de ser invisibles. Y es que las asociaciones de animales de la provincia pudieron iniciar los trámites de adopción de un total de 40 perros sin hogar. Una cifra del todo ilusionante que todos confían que acabe con el final feliz que todos ellos merecen.

Las protectoras Manada Feliz, Galgos 112, Patetes Borriana, GRA SOS Manada, Tara Verde, Huellas Callejeras, AACC, Adopta una vida, Morada Animalista y Pro Gat Benicàssim --la asociación encargada de organizador el festival-- se instalaron en la localidad costera y lograron recaudar, a través de los productos que expusieron en sus diferentes estands, un total de 2.600 euros que irán destinados a cubrir los costes de los peludos que continúan buscando una familia. Nada impidió las grandes dosis de solidaridad que impregnaron el pueblo de Benicàssim. No faltó la animación musical, los sorteos de todo tipo de productos y hasta un espectáculo de magia dirigido a los más pequeños de la casa.

La intensa jornada se coronó con dos eventos del altura que atrajeron la curiosidad del numeroso público asistente: una exhibición de perros guía por parte de algunos de los miembros que forman parte de la asociación de usuarios de perros guía de la Comunitat Valenciana; y otra de los más fieles compañeros de la Unidad Canina de Rescate y Búsqueda. Unos animales que ahora han encontrado su lugar en la sociedad.

Con todo, la cita logró agitar conciencias y poner rostro al maltrato animal. Y los castellonenses, cómo no, respondieron a la llamada.