Hay recuperación, sí, y también «mas trabajo», pero todas las fuentes del sector de la construcción y las reformas consultadas coinciden en que la misma «no es para lanzar las campanas al vuelo».

Jeroni Serra, responsable de una constructora de Vila-real, explica que los proyectos de rehabilitación ofrecen márgenes de beneficios «muy limitados», muy similares a los que existían «hace 15 o 20 años».

Este empresario reconoce el auge que vive el sector, pero lo matiza al afirmar que las firmas se ven «obligadas» a disponer de plantillas estables muy cortas e incorporar profesionales con contratos de obra y servicios que sirven para dar respuesta «a los picos de empleo».

También desde la Asociación de Empresas de la Construcción de Castellón reconocen que la «competencia desleal» y el «intrusismo» dificultan el trabajo «profesional» de muchas firmas.

Por su parte, el CEO de Fustecma, José Matas, cree que lo que ha hecho el sector en los últimos años es «ponerse en su sitio», tras unos años de vacas gordas en las que los precios habían crecido mucho y la posterior crisis.

Matas indica que la dificultad para acceder a viviendas de nueva construcción aboca a la reforma «a familias con estabilidad que en otros momentos accedían a la compra de pisos nuevos».