La industria cerámica crecerá este año de manera más moderada de lo que venía haciéndolo, con un incremento que rondará el 4% en exportaciones, cerca de dos puntos por debajo de lo que lo hizo en el 2017, mientras que la demanda nacional seguirá su senda de ligera recuperación con alzas que estarán entre el 7 y 8%, según las proyecciones anunciadas ayer en Madrid por la Asociación Española de Baldosas Cerámicas (Ascer).

El presidente de la patronal azulejera, Vicente Nomdedeu, además de confirmar el balance de resultados del pasado año, con unas ventas totales de 3.510 millones de euros, lo que significa un incremento del 5,9% con respecto al 2016, avanzó en rueda de prensa las previsiones que maneja el sector en cuanto al comportamiento de una industria en proceso de transformación y adaptación a un mercado que, más allá de la producción, le exigirá una mayor apuesta por la comercialización, la estrategia de negocio, la concentración empresarial, la diferenciación y la sostenibilidad en el marco de la implantación de la industria 4.0, con la digitalización de los procesos con una producción a la medida de los clientes.

En este escenario y ante las dificultades que presenta el sector para seguir creciendo en los mercados, con la presencia cada día de más actores, el presidente de Ascer recordó las complicaciones que se dan, pero que irán a más, a la hora de colocar el producto lejos de los actuales centros de producción, de ahí que avance un periodo de deslocalización, «que suponga beneficios para este país» y que vendrá acompañado de una concentración de empresas.

«EL TAMAÑO SÍ IMPORTA»

Para Nomdedeu esta concentración de los negocios, que ya se viene produciendo tanto en grandes compañías como en pequeñas y medianas empresas, «irán a más hasta convertirse en algo habitual». El presidente de Ascer señaló ante los medios que en este como en otros negocios «el tamaño sí importa». Además, subrayó que si bien hasta ahora ha sido habitual estos movimientos empresariales a nivel productivo, este fenómeno crecerá en otros ámbitos como el márketing, la comercialización y las ventas. Este camino, según entiende el presidente de la patronal azulejera, podrá incluso darse en cuestiones como la gestión y las finanzas.

En el escenario inmediato que presentó ayer Ascer para el sector cerámico, su presidente se detuvo principalmente en aspectos como la diferenciación bajo la marca España o el sello de Cevisama, como feria de referencia, que son vistas en el mercado internacional con unos rasgos propios. En este sentido señaló: «Hay muchos países que producen azulejos y habrá más, pero lo que hay que hacer es buscar esa diferenciación que nos permita ser distintos y únicos».

Por otro lado, el máximo responsable de Ascer, aunque recordó que en la provincia no se ha producido deslocalización de empresas, sí indicó que esta práctica puede ser positiva para afrontar los nuevos retos, «porque hay que producir cerca del mercado» y, paralelamente, «otros mercados vendrán a producir aquí». «Actualmente exportamos, pero cuesta mucho poner el azulejo lejos de los centros de producción», argumentó Nomdedeu.

Para el presidente de Ascer, «se tiene que mercadear más y no ceñirse a la producción. Hay que entender el mercado, la comercialización, incluso por delante de los aspectos meramente productivos», según explicó Nomdedeu, para quien el sector vive un momento especialmente relevante en cuanto a la necesidad de acomodar su estructura a un mercado cada vez más complejo.