La provincia de Castellón cuenta con un sinfín de atractivos, pero pocos contarían sus faros entre los más destacados. Sin embargo, en este territorio existen en pie a día de hoy hasta seis torres de señalizaciones luminosas que servían de aviso para navegantes. Las mismas se encuentran en Peñíscola, Oropesa, Nules, Alcossebre, el Grao y les Columbretes.

Estos son los faros con los que cuenta la provincia de Castellón

Faro de Peñíscola.

Fue inaugurado en 1899 y se encuentra integrado en el casco antiguo de la población, junto al castillo del Papa Luna. En 1920 se reformó la óptica y se electrificó en 1929. La última reforma tuvo lugar en 1970, en la que adquirió sus características actuales. ​Está considerado como un faro con gran valor patrimonial y su estado de conservación es bueno. El edificio es una torre octogonal blanca de 11 metros de altura anexa a un edificio de dos plantas por una de sus esquinas.

Faro de Oropesa. Está situado en el cabo de Oropesa, que divide en dos porciones la costa de la provincia de Castellón, junto a la Torre del Rey. Se inauguró en 1857, utilizando como combustible aceite de oliva, parafina y después petróleo. Se electrificó en 1924, pero durante la Guerra Civil estuvo apagado, siendo saqueado.

Faro de Nules. Fue construido en 1992 por la ingeniera Blanca Lleó, convirtiéndose en el único faro de España, junto al faro de Irta, que han sido realizados íntegramente por mujeres. Está situado en un núcleo urbano y emerge como referente territorial entre el Mediterráneo y el mar de naranjos. Importante punto de referencia para los marinos que naveguen por esta zona, especialmente para los de Burriana, Castellón y Sagunto.

Faro de Alcossebre. El faro de Irta es un faro situado en Alcossebre, en Cala Mundina. Se encuentra dentro del Parque Natural de la Sierra de Irta y fue construido bajo el Plan de Señales Marítimas 1985/89, siendo proyectado por Rita Lorite. El acceso al faro se realiza desde la playa de las Fuentes. El paseo es muy agradable y se puede realizar con cochecitos, sillas de ruedas… Con una altura de 28 metros, sirve por tanto de punto de partida de muchas excursiones y rutas de senderismo que invitan a perderse bien caminando, bien en bicicleta.

Faro del Grao de Castellón. El faro de Castellón posee el encanto romántico de tiempos antiguos. La torre es octogonal de sillería labrada. Descansa sobre un primer cuerpo prismático de la misma sección, en el que se abre la puerta de entrada. Los comienzos históricos de la señalización marítima del Grao de Castellón son incluso superiores a la existencia del propio puerto. Proyectada en 1864 por el ingeniero Leandro Alloza, era de pequeño alcance porque la navegación de altura se hacía con los faros de Oropesa y Columbretes. De luz fija blanca elevaba el foco luminoso a 6,80 m sobre el suelo y 8 sobre el nivel del mar, lo que proporcionaba un alcance de 9 millas en tiempo ordinario. En 1891 el ingeniero Modesto Español proyecta un muro de defensa para protegerlo y se habla de trasladarlo a otro lugar. Esto no llega a realizarse porque, afortunadamente, los nuevos diques que se estaban construyendo en el puerto le protegen. Finalizadas las obras del dique en 1915, se acuerda emplazar un faro en su extremo cuyo proyecto realiza el ingeniero director del puerto José Serrano.

Faro de las Islas Columbretes. El faro de Columbretes es un faro situado al norte de la más grande de les Columbretes. Al igual que el Faro del Cabo de Oropesa, fueron construidos atendiendo al contenido del Real Decreto de 13 de Septiembre de 1847, por el que se ordenó establecer los faros permanentes en las costas. Las obras del Faro de las Islas Columbretes iniciadas en octubre de 1856, bajo la dirección del ingeniero de Caminos Eduardo Mojados Ramos, se prolongaron a lo largo de tres años hasta que en diciembre de 1859 entró en servicio.