Castellón encara una campaña citrícola paradójica, pues mientras la Generalitat espera un incremento de la producción del 26,8% --lo que permitirá recoger 771.278 toneladas--, la superficie cultivada sigue a la baja. El aumento de tonelaje se explica porque el campo de la provincia se recupera tras una temporada 2017/2018 muy floja, pero también porque los avances tecnológicos permiten una mejora de la productividad que lleva a los agricultores a lograr mayores cosechas. En cuanto a los precios, se prevé que sean ligeramente inferiores.

Este fenómeno es especialmente visible en la clemenules, variedad reina en Castellón. El aforo cítrico que presentó ayer la Conselleria de Agricultura contempla un incremento de la producción de esta variedad de hasta un 31,6%, lo que permitirá alcanzar las 551.690 toneladas de fruto. Esta cifra se logrará con 23.899 hectáreas cultivadas, 1.340 menos que el año anterior.

Pero la pérdida de cultivos no es nueva, pues la provincia ha perdido en los últimos cuatro años más del 4% de la superficie conreada, que se sitúa en las 35.551 hectáreas. En cambio, en la Comunitat se da el primer incremento en este ámbito desde el 2009, con una subida del 0,33%.

MÁS NARANJAS

Pese a que las clementinas siguen siendo la familia cítrica con más peso en Castellón (se espera que representen el 71,5% de la cosecha), el aumento productivo que prevé el Consell se explica también por el buen comportamiento de las naranjas. La previsión es incrementar la producción hasta lograr 140.855 toneladas, casi un 26% más.

En la Comunitat también se espera que la cosecha sea un 23% superior a la de la temporada anterior, lo que llevó a la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, a afirmar que se producirá un «retorno a la normalidad», después de que la temporada 2017/2018 fuera excepcionalmente floja.

Precios a la baja

Tal y como ya publicó Mediterráneo en su edición del 13 de septiembre, los primeros acuerdos entre agricultores y comercios se sitúan entre los 24 y los 26 céntimos, lo que supone un leve descenso respecto al año anterior. Así lo confirmaron tanto desde la Unió de Llauradors como desde la asociación provincial de empresas exportadoras (Asociex) y ayer también lo reconoció el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, quien añadió que confía en que esta situación se reconduzca en las próximas semanas. «No hay ningún motivo para pensar que no será una campaña normal», también en cuanto a los precios, indicó.

En la misma línea se pronunciaron tanto desde la Unió como desde AVA-Asaja, cuyo presidente, Cristóbal Aguado, afirmó que la recuperación de la cosecha «proporciona un marco equilibrado entre oferta y demanda que debe favorecer una temporada positiva». A ello contribuirán los calibres, pues las últimas lluvias beneficiarán a las especies que se recogen a partir de octubre.