La financiación que la Universitat Jaume I (UJI) recibe de la Generalitat será, un año más, y ya van diez, el principal caballo de batalla. La rectora, Eva Alcón, tomará el testigo de la reivindicación hoy en la ceremonia de apertura oficial del curso universitario 2018/19 en el Paranimf, que contará con la presencia del conseller de Educación, Vicent Marzà, y pondrá el acento en la «urgencia» de «solucionar la crítica situación económica, que ya es crónica». Desde el 2013 -con un primer recorte en el 2010-- este tema mantiene en jaque las arcas de Riu Sec, con un plan plurianual de financiación (el de 2010-2017, que no llegó a activarse), que no se adecua al tamaño ni al crecimiento de la universidad pública de Castellón.

Nuevo curso con las mismas demandas. Una y otra vez, se ha denunciado que Riu Sec está «en los huesos, necesitada de recursos para nuevos proyectos», como el que podría ser la estrella de la nueva legislatura: Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Si se implanta, como cuarta titulación de la facultad de Salud consolidará los estudios y los proyectará al exterior, con una demanda que traspasaría la provincia.

Actualmente, se están elaborando informes de viabilidad y de demanda, sin plazos para su posible puesta en marcha. A la sociedad de Castellón, que ya dejado patente la necesidad de su implantación, le urge. Por eso, es la gran apuesta de futuro, pero para una Universitat mejor financiada, cuya oferta se descentralizaría de Riu Sec, perfilándose como sede el Centro de Tecnificación Deportiva de Vila-real, en una apuesta por la Ciudad de la Salud y del Deporte, con el OK de la rectora y del alcalde, José Benlloch.

Al respecto, la Conselleria no ha movido aún ficha. Marzà evitó ayer posicionarse sobre la ampliación de titulaciones en la UJI. «Primero, hay que ver la viabilidad, que la Jaume I la presente a la Aneca, en el Ministerio, y después, cuando se acredite es cuando podrá pasar por la Agencia de Evaluación autonómica, la Avap», especificó. Y añadió que «hay que ver la necesidad y la demanda en el territorio, en el nuevo mapa que se está elaborando».

Estos, no obstante, no serán los único retos para la Jaume I en este nuevo ciclo. Con los dobles grados en el punto de mira, están a la espera de ver cómo y cuándo llegan los esperados fondos para terminar la segunda fase de la facultad de Ciencias de la Salud. El president de la Generalitat, Ximo Puig, prometió en el debate de política general en Les Corts hace apenas dos semanas que estarían «antes de final de año». Alcón y su equipo están expectantes con la concreción de ese dinero, en una cuestión que, por fin, respiran, «está encarrilada». «Se está ajustando técnicamente», explican fuentes de la Universitat. «Los recursos están --señaló el conseller Marzà, ayer jueves-, y se está trabajando en las tramitaciones para avanzarla lo más rápido».

En paralelo, la Universitat prevé dar una solución al hecho de que el 90% del profesorado de Salud es asociado, a excepción de los nuevos profesores vinculados a los que la Conselleria de Sanidad ha dado luz verde para incorporarse ya a la plantilla.

LA SUBVENCIÓN, EN CAÍDA LIBRE

La infrafinanciación ha sido un problema desde el minuto cero de la implantación de los nuevos grados de Salud, que se retrasaron un año por la precariedad presupuestaria del campus. Fue precisamente en el 2010 cuando llegó, según fuentes de la UJI, la primera rebaja de la subvención ordinaria, pero tres años después se pasó la tijera, con los nuevos estudios ya en marcha y un presupuesto ordinario en caída libre. Este 2018, las cuentas suman 89,6 millones, lejos de los 104 millones del 2010, y con la financiación necesitada de actualización.