Reivindicativa y conciliadora, con muchos proyectos bajo el brazo. La rectora de la Universitat Jaume I (UJI), Eva Alcón, en su primer discurso de inicio de curso, presentó 20 acciones e iniciativas para este año y su mandato, que abarcan todas las áreas del campus y la comunidad educativa.

A nivel general, destacó que «este curso se elaborará un estudio para mejorar y ampliar nuestra oferta académica», priorizando «la formación a distancia, los dobles títulos y la movilidad», reivindicando «más» ante el Ministerio nuevas mejoras para el profesorado, además de «apostar por la internacionalización», que comporta una «mayor capacitación en lenguas». «Trabajaremos por el emprendimiento, la competencia digital y la inserción laboral del estudiantado», dijo.

Alcón avanzó que se hará la reivindicada Casa del Estudiantado; la realización de un estudio para mejorar y ampliar la oferta académica, buscando un equilibrio entre la demanda social, las necesidades del tejido productivo y la viabilidad económica; y un plan propio y unificado de becas.

Para el profesorado, lanzó una mejora en las condiciones y en la carrera docente, además de un nuevo Observatorio de la Investigación, la Unidad de Innovación y Transferencia; o también el pionero programa UJI-Talento para la retención y captación del personal investigador. Para el PAS, un plan de estabilización.

Fue en el acto oficial de la apertura del curso académico en la UJI en el Paranimf, que presidió junto con el conseller, Vicent Marzà; la alcaldesa, Amparo Marco; y los rectores de la Universitat de València, Politècnica, Miguel Hernández de Elche, y la Católica de València, además del presidente del Consell Social, José Luis Breva, entre otras autoridades.

La rectora tendió la mano «a la Generalitat y a todas las administraciones para trabajar por la UJI», pero se mantuvo firme al exigir «una financiación más justa y equitativa a medio plazo, acorde con el volumen de actividad de cada campus».

«Es necesario -dijo- diseñar un modelo que permita una planificación económica y garantice un horizonte de sostenibilidad financiera». Reclamó, en la línea de la rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre, «más autonomía financiera», tras los recortes y más recortes desde hace 10 años, «de hasta 12 millones en la subvención ordinaria solo desde el 2013, con los estudios de Salud en marcha». «Este tema, urge», apostilló.

Lo mismo que «acelerar las cuestiones para que llegue cuanto antes el dinero para la segunda fase de Ciencias de la Salud», que el president, Ximo Puig, prometió, para «consolidar unos estudios que no han tenido ninguna ayuda adicional del Consell».

DEUDA HISTÓRICA, A LA MITAD // El conseller destacó «el cambio de la UJI» en sus 27 años como «motor de Castellón», con su «posicionamiento internacional», y su «compromiso con el territorio». Por ello, señaló que «el Consell siempre dará lo que pueda, en la medida en la que la infrafinanciación lo permita».

Marzà puso el acento en que, junto a las universidades públicas, y la Jaume I, se han buscado «vías para actuar en varios frentes, como en la apuesta por la I+D+i y la mejora en las condiciones laborales del personal, la rebaja de tasas, que este curso llega al 15%; más becas, la urgente revisión de la financiación, en marcha; y reducción de la deuda, además de captar y retener el talento investigador a través de planes como el Avalem». Y, ya en clave económica, el conseller defendió que desde el 2015, se han «asumido compromisos financieros derivados de la deuda histórica, de 52 de los 82 millones de euros pendientes, más de la mitad».