Mediterráneo a primera hora de la mañana se ha desplazado al lugar de los hechos donde ha podido recoger los testimonios de los vecinos del presunto asesino. Todos los residentes en la zona se han mostrado conmocionados por lo sucedido. Según ha podido saber este periódico gracias a las declaraciones de una vecina de la exmujer, ella “había interpuesto una demanda por malos tratos cuando aun estaban casados y el marido había pasado una noche en el calabozo”.

Según fuentes que ha tenido acceso este periódico, el presunto parricida fue denunciado por la madre de las niñas por maltrato psicológico y amenazas el pasado mes de febrero. En esta ocasión fue detenido, pero el procedimiento se archivó a petición de la fiscalía y de la víctima.

La pareja estaba pendiente del juicio por la custodia de sus hijas. El presunto asesino se había quedado sin trabajo y no tenía recursos suficientes como para pasarle la pensión a la madre, y por esta situación se encontraba muy alterado y agobiado, afirmando incluso, que le habían embargado la casa.

Las niñas estudiaban en el colegio Lope de Vega, que pese al dolor por la muerte de las dos alumnas prosigue con normalidad con las clases.