El expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps actuó ayer en su línea habitual tras conocer la decisión de la Audiencia Nacional de reabrir la pieza 5 del caso Gürtel, y convocó a los medios para explicar su versión, basada en reiterar su nula implicación en ninguna irregularidad y en desautorizar toda investigación sobre su persona.

Lamentó que la Fiscalía Anticorrupción «sobre la base de la nada», en referencia a las declaraciones del exsecretario general del PPCV, Ricardo Costa, decida pedir a la Audiencia Nacional que reabra un juicio «cuya instrucción ya está cerrada y terminada a falta de juicio oral».

A su parecer, es una «elucubración» de la Fiscalía pretender «conectar la financiación del partido con estas adjudicaciones (los contratos con Orange Market)», y criticó que se le intente «recolocar en la matriz de este asunto por las declaraciones sin ninguna base objetiva ni sólida», concretó.

Camps afirmó que no dio «ninguna instrucción» para adjudicar contratos a la trama Gürtel, así como dijo que ha sido «el hombre más investigado, analizado, perseguido, bajo lupa, microscopio», se le ha «intentado ligar a cualquier tipo de cosas y nadie ha encontrado nada porque nunca nada ocurrió», para después añadir y lamentar que siempre tenga que ser «el malo de la película».

«un comodín» // Atribuyó el que se haya vuelto a relacionar con el caso a que «siempre que hay lío en la izquierda» (en referencia a la polémica por las conversaciones del excomisario Villarejo y la ministra de Justicia), aparece su nombre como «un comodín interesante», así como bromeó con que va a pedir a Pedro Sánchez, que haga una tesis «de verdad» sobre sus procesos judiciales.