Quienes aman la vid sostienen que el vino es algo más que un líquido rojo, sedoso y brillante que brota una vez al año de un racimo de uvas. Y en la provincia los que luchan por la cultura de la viña, por la vuelta a lo primigenio, son cada vez más y más numerosos. La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vins de la Terra de Castelló sigue haciéndose fuerte y acaba de incorporar a cinco nuevas bodegas. Ya son 15 y lo mejor es que dentro de muy pocos meses hay previstas, al menos, otras dos adhesiones.

Con algo más de 130 viticultores y casi 650 hectáreas censadas, el vino de Castellón vive un momento de ebullición. «Nos encontramos en un momento magnífico y las perspectivas para el sector son tremendamente positivas. Y la mejor prueba de ello es que acaban de entrar en la IGP cinco nuevas bodegas», asegura Ismael Sanjuán, presidente de la marca de calidad. La Canetana (Canet lo Roig); Mollet Vino y Cultura (Les Useres); Montoliu Viticultores (la Torre); Barranc dels Cirers (Benlloc); y Besalduch, Vall&Bellmunt (Sant Mateu) son las cinco firmas que ya han dado un paso adelante y se han unido a un proyecto que nació hace 15 años. «Cada vez estamos haciendo mejor las cosas. Estos años hemos trabajado mucho para mejorar nuestros viñedos y nuestras elaboraciones y hemos conseguido que el cultivo sea homologable a las técnicas vitícolas más avanzadas. Nuestros vinos ya son de la misma calidad que los más reconocidos», resume Sanjuán.

tEMPORADA DE VENDIMIA // Las bodegas de Castellón se encuentran estos días en plena campaña de vendimia. Y este año las perspectivas también son favorables. La campaña del 2017 no fue buena y las heladas de la primavera dejaron inservible la mitad de la cosecha del Pla de les Useres, con lo que la provincia perdió un tercio de la cosecha de uva. Pero este 2018, el clima ha sido mucho mas benévolo. «Excepto en algunas zonas del Alto Palancia, donde el tiempo no ha acompañado, en el resto de zonas se prevé una buena campaña», avanza Sanjuán. De hecho, para este año se prevén unos dos millones de kilos de uva.

La Unió de Llauradors i Ramaders también augura una excelente temporada y habla incluso de un incremento de producción de entre el 30 y el 50% respecto a la campaña anterior. «El incremento es debido al escaso tonelaje del año pasado, por lo que esta campaña se vuelve a la normalidad de ejercicios anteriores», indican desde la entidad agraria.

Esta campaña, las bodegas de Castellón producirán más vino y buena parte de las botellas volverán a venderse en la provincia. De hecho, algo más del 80% del millón de litros de vino que, de media, salen cada año de las bodegas que forman parte de la IGP se queda en Castellón. Y eso que las exportaciones crecen cada vez más. Un ejemplo. En los cinco primeros meses del año y el Instituto Español de Comercio Exterior, las ventas a otros países han alcanzado un valor de 915.000 euros, mientras que en el mismo periodo del 2017 apenas significaron 453.000. Mientras crecen las ventas, el sector sigue trabajando para jugar en primera división. Y, para ello, es esencial conseguir la Denominación de Origen (DO).