Preocupa, y mucho, entre psicólogos y psiquiatras, pero también entre los docentes de Castellón, el aumento de los trastornos mentales entre los jóvenes, cada vez más, por ciberadicciones. Chavales con dependencia absoluta del móvil, arruinados a los 16 años por el juego on line, enganchados a las redes sociales, a los likes, u otros que esconden inseguridades, traumas e incluso casos de acoso tras la pantalla son cada vez más habituales en las consultas. Lo explican el psiquiatra Matías Real, coordinador del Programa de trastorno mental grave de la infancia y la adolescencia del Hospital Provincial de Castellón; y el psicólogo clínico Carlos Hidalgo, tras la publicación del informe Educación inclusiva, salud mental positiva, de la Confederación de Salud Mental, con motivo del día internacional el día 10.

Hidalgo asegura que «un 70% de los adolescentes está enganchado al móvil, con una dependencia que asusta». «Las adicciones que no conllevan sustancias va en aumento, sobre todo al juego on line, también a las redes sociales, de las que se abusa, y que provocan, además de una pérdida de tiempo, y de las relaciones interpersonales, con una soledad digital que repercute incluso en el uso del lenguaje». Y apunta a casos clínicos de menores arruinados por los microcréditos a causa de las apuestas o el póker on line. «Van a ir a peor», vaticina.

AISLAMIENTO //

El doctor Real explicita que «en los últimos años, y especialmente los últimos meses, han aumentado los pacientes que se pasan muchas horas, casi todo su tiempo, delante de pantallas, llegando incluso a no salir de la habitación ni acudir a clase».

El porqué lo circunscribe a que «por un lado, el diseño de los juegos y los propios medios digitales están pensados para que enganchen, con retos, por ejemplo; y por otro, pasar tiempo delante de las pantallas facilita mitigar el sufrimiento de aquellos chavales que están padeciendo diversos trastornos, como síntomas depresivos, fobias intensas, o incluso dificultades de relación secundarias a sintomatología psicótica». «Estas adicciones comportamentales --dice- son igual de difíciles de abordar, o más, que las que suman sustancias, y a pesar de los esfuerzos voluntariosos de las familias deberían ser atendidos siempre por profesionales adecuados para poder ayudar a sus hijos», dice Matías Real.

CONSECUENCIAS //

La falta de diagnóstico y tratamiento de niños y jóvenes en problemas de salud mental disminuye las oportunidades educativas y profesionales con serias consecuencias. La detección precoz y la intervención profesional es vital en todos estos trastornos, para lo cual resultan necesarios los recursos adecuados, como en los adultos.