Con 23 años decidió irse a Londres para ampliar sus conocimientos de Enfermería. Primeros años que no fueron fáciles, porque a la dificultad del idioma se unieron factores burocráticos relacionados con la estancia permanente en un país extranjero. Pero superó todos los hándicaps al respecto.

El castellonense Pablo Rubio Roglá, tras trabajar en una agencia privada de atención sanitaria a domicilio, entró a formar parte del sistema nacional de salud británico. Primero, en distintos hospitales londinenses para alcanzar su plaza de enfermero en el área quirúrgica y de reanimación del Royal London Hospital, uno de los más grandes de Europa, y centro sanitario de referencia de la capital de Inglaterra, donde ejerce de supervisor, al frente de 67 personas de distintas nacionalidades y a cargo de procesos de selección de personal, investigaciones y desarrollando programas de educación, finanzas y administración principalmente.

Rubio señala que «la Enfermería en Gran Bretaña no es una profesión muy popular». «Las jornadas laborales son largas y el sistema de salud está bastante saturado debido a la cantidad de gente que vive en las grandes metrópolis, y valoran mucho a los enfermeros españoles por su formación», concreta.

Con el pensamiento permanente en su ciudad natal, de la que añora el sol y la paella, está en contacto continuo con su familia y amigos gracias a las redes sociales y las nuevas tecnologías. Desde siempre le gustó «viajar y conocer nuevas culturas». El verano que terminó la carrera, y después de trabajar en el Hospital General de Castellón, su hermana, que residía en Londres en ese momento, le convenció para que se fuera a trabajar a la Pérfida Albion.

«En un principio estaba un poco reacio por el mal clima, pero después de pasar unos días en la city, me enamoré de ella», asegura Rubio. Es consciente de que el brexit le puede afectar.

«Hay mucha incertidumbre y especulación. Nadie sabe a ciencia cierta qué pasará y cómo quedará la UE», manifiesta el supervisor de Enfermería del Royal London Hospital, pero es optimista al respecto. «Los enfermeros españoles partimos con ventaja, tenemos una alta cualificación», puntualiza.

Dos meses de vacaciones

«Los dos sistemas de salud, español y británico, parten del derecho de acceso a la sanidad pública y universal, pero el empleado sanitario del Reino Unido tiene más chance», cuenta Rubio, ya que «puede elegir el servicio en el que quiere trabajar y una vez superada la entrevista de trabajo y las pruebas pertinentes, tiene plaza en propiedad».

«Los trabajos en el Reino Unido no son para siempre, la gente cambia mucho y prueba diferentes servicios antes de pasar un periodo largo de tiempo en un trabajo, y a los 10 años laborales los enfermeros disfrutan de dos meses de vacaciones, con un incremento anual de salario situado entre el 10 y el 20%», relata convertido en líder de Enfermería en la Gran Bretaña.

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