Castellón renovó ayer sus votos perpetuos de advocación a María Inmaculada con las celebraciones del castizo Portal de la Purísima, en pleno centro; y en el Grupo San Agustín y San Marcos, en el distrito periférico. Fiesta mayor para las purisimeras de Castellón, en la ya tradicional fiesta del dogma concepcionista, en un alarde de religiosidad popular que llenó, de buena mañana, y bajo un manto de sol, la concatedral de Santa María de devotos a la santa.

De su altar bajó para saludar a sus fieles sobre la preciosista peana, vestida con sus galas de fiesta grande, en una procesión presidida por la presidenta de la asociación, Charo Pradells; acompañada de la presidenta honorífica, Fina Irún; la reina de las fiestas de Castellón, Natalia Palacio, y las damas de la ciudad; la presidenta de la Junta de Festes, Noelia Selma; y autoridades de la corporación, además de los clavarios, Antonio Piner y Rosa María Sanahuja, y numerosas entidades festeras y cívicas.

En una emotiva misa, donde se rindió callado homenaje a Josep Antoni Pradells, muy vinculado a esta fiesta y a la advocación, recientemente fallecido, los castellonenses arrancaron la celebración, que se jalonó por la mañana con un porrat popular, acompañados por la Colla de Dolçainers i Tabaleters Castalia.

La fiesta del Portal de la Purísima, que cierra el calendario anual de las festes de carrer de Castellón, celebró ayer su día grande, tras un viernes, en la vespra, en el que hubo tradición de la mano de la dansà del Grup Castelló y la Colla Castalia.

UNA FIESTA VIVA //

Pilar Escuder, presidenta de la Associació de Festes de Carrer, señaló que «es una cita viva, que se mantiene pese a las dificultades de un barrio cada vez más comercial, pero con una gran devoción a María Inmaculada».

Por la tarde, fue el Grupo San Agustín y San Marcos el escenario de los honores de fe a la santa, con una misa en la iglesia y posterior procesión, encabezada por el presidente de Coasveca, Francisco Cabañero. Ya por la mañana, en el distrito hubo mercado y una comida popular, a la que puso música Rumba 13, con más de 200 personas.