La entrada masiva de cítricos sudafricanos seguirá siendo el principal problema del sector citrícola de Castellón, como mínimo, una campaña más. La esperada visita a València del ministro de Agricultura, Luis Planas, para reunirse con el president Puig no dejó ningún anuncio de calado en este sentido. Buenas palabras, eso sí, pero acompañadas de un jarro de agua fría, pues el dirigente dejó claro que hasta que el acuerdo de libre comercio con los países del África Austral no cumpla tres años -algo que ocurrirá en octubre del 2019- no se pueden iniciar los trámites para aplicar la cláusula de salvaguardia.

Es decir, que aún en el caso de que el próximo otoño fuera evidente que la llegada de cítricos del continente africano perjudica a los agricultores de la provincia, la medida llegaría tarde porque la campaña citrícola en Sudáfrica arranca ya durante el verano y afecta de lleno no solo a la clemenules sino también a las clementinas tempranas. A ello habría que añadir los tiempos de la burocracia europea, lo que obliga ya a trabajar con la mirada puesta en la campaña 2020/2021.

SI VE ARGUMENTOS

A lo que sí se comprometió el ministro Planas es a pedir a la Comisión Europea que haga un «seguimiento específico de la situación del mercado de los cítricos y de la relación con las importaciones». En este sentido, manifestó que al Gobierno «no le temblará la mano» en la petición de la activación de dicha cláusula si «ve argumentos» tras analizar el informe comunitario.

Asimismo, el dirigente señaló que el ejecutivo pedirá «todo el rigor necesario para la aplicación de las normas fitosanitarias vigentes» en relación con los productos provenientes de países terceros, entre ellos Sudáfrica. De hecho, junto al incremento de las importaciones europeas esta es la principal queja del sector en Castellón, que ve con temor la llegada de plagas como la mancha negra. También el llamado cotonet de les Valls procedería de este país, según apuntó la semana pasada una investigación del Instituto Agroforestal del Mediterráneo encabezada por el profesor Vicente Navarro.

DAR CERTIDUMBRE

El president de la Generalitat, Ximo Puig, defendió en su comparecencia junto al titular de Agricultura que las administraciones deben trabajar para «dar certidumbre» a los productores. Para ello, aseguró que hay que buscar una reciprocidad «clave» desde el punto de vista comercial y medioambiental, algo que según denuncian los diferentes actores del sector citrícola hoy en día no ocurre con la competencia de países del hemisferio sur.

El president dijo ver el futuro de la naranja valenciana con «optimismo crítico», pues pese a que el sector «vive una cierta crisis continua», también muestra una «cierta capacidad de actualización permanente».

El mal momento que viven productores y exportadores motivó ya una primera convocatoria por parte de la Plataforma per la Dignitat del Llaurador el pasado 18 de diciembre que tendrá continuidad el próximo lunes, cuando hay convocadas manifestaciones en más de 30 municipios, la mayoría de Castellón. Según denunció a Mediterráneo la Unió, los cítricos que esta campaña se han quedado sin comercializar se sitúan entre el 33% y el 40%.