La reciente modificación de la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (Lotup) de la Comunitat trae buenas noticias para el sector de la energía fotovoltaica, ya que contempla un marco normativo estable y reduce la tramitación urbanística necesaria para llevar a cabo estos proyectos. Abren la puerta de este modo a la llegada de inversiones a la provincia valoradas en 1.000 millones de euros durante los próximos tres o cuatro años.

Son las previsiones de un estudio que maneja la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen), que estaba pendiente de este cambio normativo. Su presidente, Marcos J. Lacruz, señala que las modificaciones introducidas en la ley --aprobada la pasada semana, aunque el texto definitivo de la misma está pendiente de alegaciones-- «se adecúa» a sus solicitudes y «puede ser un buen estímulo al desarrollo renovable».

La clave es la nueva eximente de declaración de interés comunitario en suelo no urbanizable común para las instalaciones fotovoltaicas «cuya potencia de producción energética sea menor o igual a cinco Mw de pico, ocupen una superficie menor de 10 hectáreas y abarquen la parcela mínima exigible por el planeamiento urbanístico, no inferior a una hectárea», según se desprende de la nueva redacción de la Lotup.

mucho interés // Y es que desde Avaesen hablan de «múltiples» empresas que están interesadas en ubicar estaciones de energía fotovoltaica en Castellón, aprovechando los 300 días de sol al año. Al mismo tiempo, desde Avaesen también explican que es muy probable «que se desarrolle mucho el autoconsumo», es decir, que sean los particulares los que habiliten instalaciones de energía solar en sus propiedades.

Tal y como señaló en el debate de política general el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, este cambio normativo se enmarca en el «el impulso de la Comunitat Valenciana como tierra de energía solar», al ser un segmento económico que puede generar mucho empleo, especialmente en las localidades del interior de la provincia que sufren un acusado problema de despoblación.

Precisamente, estos días ha trascendido que el Grupo Pamesa ha dado un paso de gigante al anunciar que, dentro de su apuesta por eliminar emisiones de CO2 en el sector industrial cerámico, instalará en los techos de sus centros logísticos de la carretera de Onda más de 40.000 paneles fotovoltaicos, lo que la convertirá en la instalación de este tipo más grande de Europa.

En concreto, ocupará una superficie de 70.000 metros cuadrados, que le permitirán aprovechar uno de los recursos naturales más abundantes. Como explicaron fuentes de la empresa, la instalación tendrá una potencia final instalada de 13,24 Mw y se construirá mediante la modalidad de autoconsumo, sin vertido a la red eléctrica, lo cual implica que el 100% de la energía generada por la instalación solar fotovoltaica será consumida dentro de las instalaciones.

El proyecto, diseñado y construido por la empresa IM2 Energía Solar, supone una inversión total de 15 millones de euros.