Salvador Vicent Martínez no es un nombre más. Detrás del mismo está un artista reconocido en todo el mundo, el ilusionista Yunke. Fue un niño que tenía un sueño, que no era otro que ser mago. Desde su casa, en la Vilavella, con talento, capacidad y pasión alcanzó lo más alto en el olimpo mágico. Ahora es él quien hace soñar con sus espectaculares exhibiciones a pequeños y mayores. Ayer recogió la Distinción Provincial al Mérito de las Artes, reconocimiento que considera como «el más emocionante» que ha tenido, por llegar de su «gente» y de su «tierra». «Estoy muy contento, es un honor recibir este premio. Si antes quería mucho a Castellón, tras este acto tan bonito, este sentimiento se multiplica por cien», dijo. El mago aprovechó para reivindicar la provincia: «Estamos en un lugar privilegiado. Nuestros antepasados nos dejaron valores y tener orgullo por nuestro territorio».

Asimismo, Yunke reconoció que, a pesar de estar mucho tiempo fuera, viajando por todo el planeta, siempre que puede regresa. «Vivo aquí y soy muy feliz», subrayó. Salvador Vicent tiene en mente proyectos en Madrid, programas en América, actuaciones en China y seguir colaborando en el espacio El Hormiguero.

Y como recalcó el presidente, Javier Moliner: «Dejándonos con la boca abierta y siempre logrando sacar una sonrisa».