Pilar empieza a estar desesperada. Y eso que este año se ha movido más que nunca. Ha tirado de contactos, ha publicado anuncios en todos los portadas de internet, ha llamado a las escuelas e institutos de hostelería... Pero nada. Arranca el mes de junio y esta empresaria, propietaria de un restaurante en Peñíscola, todavía no ha cerrado la plantilla. «Para este mes necesito urgentemente un camarero o camarera y para julio, otros tres», cuenta al otro lado del teléfono. A sus anuncios han respondido varias personas en las últimas semanas, pero ninguna le sirve. «Hay mucha gente que me pide un contrato en negro porque están cobrando ayudas públicas. Otros ni siquiera tienen papeles. Y yo soy una empresaria seria y quiero hacerlo todo legal», añade.

Esta empresaria, que pide que no se publique su nombre completo, no es la única que busca camareros y ayudantes de cocina. Un vistazo a los principales portales de internet, ETT e incluso a los anuncios de Labora basta para comprobar que el llamamiento es prácticamente masivo. Hay puestos vacantes (decenas) en todos los municipios del litoral, desde Vinaròs a Almenara. Y no faltan solo camareros. También hay déficit de cocineros, socorristas en playas y piscinas y hasta médicos y enfermeras que refuercen las plantillas de los centros de salud de la costa.

SIN CAMAREROS EN PLENO VERANO

De entre todos los perfiles profesionales ligados al verano, el que más demanda tiene es el de camarero. Un dato. Entre julio y septiembre del año pasado, se contabilizaron en Castellón 12.130 contratos de camareros y 1.269 de cocineros, según datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. «Hay un problema importante de déficit de profesionales. Porque lo que falta de verdad es gente profesional que sepa, por ejemplo, llevar una bandeja. Es un problema de formación», dice Toni Pérez, del grupo Noa’s.

Las empresas de trabajo temporal se las ven y se las desean para encontrar profesionales para la hostelería, y a los empresarios les ocurre exactamente lo mismo. «En pleno verano yo doy trabajo a 40 personas, pero este año no voy a tener más remedio que tirar de familiares. No hay manera de encontrar a profesionales», lamenta José Luis (también pide que no se publique su apellido), propietario de una conocida marisquería de Orpesa.

Los sindicatos achacan la falta de personal a las duras condiciones de trabajo en el sector, pero los empresarios aseguran que ofertas puestos con buenos salarios y buenas cotizaciones a la seguridad social. «Los sueldos oscilan entre los 1.800 y los 2.000 euros al mes. Llevos muchos años en este sector y prefiero pagar salarios altos y tener gente profesional y seria», añade José Luis que asegura que «de cada profesional hay cien que no lo son y que te dejan tirado al tercer día. Y quien lo dice es una persona que se ha criado en este sector y que lo conoce muy bien».

Todos los empresarios consultados avisan que el problema de la falta de profesionales empieza a ser muy serio. «La Administración debe tomar cartas en el asunto. A los empresarios no paran de apretarnos, ahora también con el control horario. Y muchos ya han decidido que este verano no van a abrir por la noche»», asegura el propietario de otro restaurante, esta vez en Benicàssim.

PLAYA BUSCA SOCORRISTA

Quienes tampoco están para tirar cohetes son la mayoría de las empresas de socorrismo y salvamento. También tienen un déficit de profesionales. «Cada vez cuesta más encontrar socorrista y eso que nosotros no hemos dejado de hacer cursos de formación», describe Salvador Perelló, responsable de Formación de la Federación de Salvamento y Socorrismo de la Comunitat Valenciana. Y aquí el problema está en los sueldos, que son muy bajos. «Los ayuntamientos son los que deciden y, aunque no todos lo hacen mal, hay algunos que sacan pliegos que son ciencia ficción. Las empresas deben ajustarse a esas condiciones y los sueldos se han desplomado», añade Perelló.

FORMACIÓN Y MÁS FORMACIÓN

El Servei Valencià d’Ocupació i Formació, Labora, es plenamente consciente de que faltan camareros, cocineros y socorristas, de ahí que ese año se han incrementado los cursos de formación y se han convocado ayudas para la mejora de las condiciones laborales en hostelería. Un ejemplo. Para este año hay previsto en la provincia un curso de socorrismo en instalaciones acuáticas y 17 de operaciones básicas de restaurante y bar, cocina, pastelería o servicios de restaurante.

Aunque el perfil de camarero es el más solicitado, esta temporada también van a faltar médicos. Lo dicen los sindicatos, que aseguran que el verano agudizará la falta de facultativos y enfermeras. De hecho, la Administración tiene que echar mano de anuncios en colegios profesionales de toda España y sociedades científicas cuando no hay gente en bolsa. «Creemos que, como todos los veranos, se agotarán las de facultativos y de enfermeros», señalan en UGT.