Alcaldes y ediles de Castellón ya tienen en su mano las 33 banderas azules que podrán ondear en las playas de sus respectivos municipios desde ya. Y es que la entrega oficial de estos distintivos se produjo ayer martes en Cullera, por parte del secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer; y su homólogo en Medio Ambiente y Cambio Climático, Francisco Quesada.

Estos distintivos suponen un reconocimiento de la calidad ambiental y de servicios de la costa castellonense --la segunda de la Comunitat en cifra de certificaciones--, y todo ello sin el espaldarazo que supondría una inversión de Costas. Y es que gran parte de los municipios turísticos del litoral siguen bregando por esta certificación de prestigio, pese a las dificultades que supone año a año hacer frente a las dificultades. Una buena protección con espigones y proyectos de conservación del litoral, por parte de Costas, ayudaría, y mucho, a prevenir los destrozos que ocasiona cualquier temporal y la posterior inversión en su puesta a punto para vecinos y turistas cara al verano.

Desde la Conselleria de Medio Ambiente destacaron las playas que se estrenan este año en la categoría de la bandera azul. Y citaron que, por primera vez, las reciben las playas de les Marines, en Nules; l’Espigó, de Altea; y Calas de Rocamar, en Pilar de la Horadada, resaltaron.

TEMA DE ESTADO / En la línea, Colomer resaltó que el logro de la bandera azul «es un trabajo de éxito y coral de los ayuntamientos. Sé lo que significa asumir la bandera azul, la lucha por esto es la del reconocimiento de una obra colectiva. Es un tema de estado porque es un icono del prestigio y reputación turística que son las playas, La grandeza de esta Comunitat». En su opinión, cuidar la playa es «básico» y la bandera azul «no ha perdido reputación». Y avanzó que en breve lanzarán 100 consejos de sostenibilidad turística.