"Si se hubiera hecho el trazado de la AP-7 por la zona central de Castellón, ahora apenas habría despoblación". Este es uno de los planteamientos que hace el Fòrum de la Nova Ruralitat, integrado por más de cien profesionales que viven en el mundo rural, ha presentado un manifiesto a Les Corts para que se reconozca la despoblación como un problema "urgente y transversal" de la Comunitat Valenciana.

La entidad ha entregado las conclusiones de su último encuentro para reclamar a las Administraciones recientemente constituidas el reconocimiento de la despoblación.

"Si la clase política no admite que desde las instituciones, con políticas erróneas, se ha causado la despoblación, y que esta situación no es inherente al medio rural, desde las nuevas instituciones se continuará profundizando en el problema", según uno de los impulsores del foro, el sociólogo Artur Aparici.

Los representantes del foro -entre ellos hay médicos, profesores, educadores y trabajadores sociales, gestores y técnicos de cultura de las comarcas del norte de Castellón- han destacado que es la primera vez que se trabaja la ruralidad "desde y por la misma gente que la vive".

El documento entregado, que se titula "Per un govern equitatiu del territori valencià", analiza y propone soluciones para revertir la despoblación de las comarcas interiores.

Mal gobierno del territorio

La despoblación no es "un fenómeno natural o neutro, ni imprevisible", sino un problema inducido por "un mal gobierno del territorio", según este colectivo.

¿Qué pasaría si Valencia tuviera su hospital más próximo a 100 km?

Plantea que si a la ciudad de València se la privara durante años de un transporte público eficiente, quedara sin buena cobertura telefónica ni telecomunicaciones rápidas, tuviera el hospital más próximo o la administración pública a 100 kilómetros de distancia, y dejara de tener servicios bancarios, no se convertiría en un pueblo.

Señala que si se hubiera hecho el trazado de la AP7 por la zona central de Castellón, ahora apenas habría despoblación, la actividad económica estaría territorialmente mejor distribuida y el modelo turístico litoral sería, probablemente, de mayor calidad, y también el turismo de las zonas de montaña.

Nova Ruralitat prevé fases para revertir la despoblación: el reconocimiento de responsabilidades institucionales, de la Generalitat y las diputaciones; la exposición pública de un plan de despliegue de servicios, infraestructuras y dotaciones; y la implicación de la ciudadanía.