La Comunitat Valenciana tiene una deuda de 47.000 millones de euros, una enormidad. La segunda más alta de España, solo por detrás de Cataluña, con sus disparates independentistas y la primera en comparación con el PIB del 41,6%. Bajo la gestión del pacto del Botánico, los últimos cuatro años, se ha incrementado en 5.000 millones.

LA CAUSA principal es, sin duda, la infrafinanciación que venimos sufriendo desde tiempo inmemorial con gobiernos de todos los colores que incumplen sistemáticamente sus promesas electorales. El mínimo sentido común indica que siempre hay que controlar el gasto, más en esta apurada situación, pero esto no parece estar de acuerdo con la conveniencia política. Ahora, tras convulsas negociaciones, nos gobierna el Botánico II, que es tripartito. Ya ha entrado en el gobierno Podemos, que quiere su cacho de poder y colocar a sus afiliados.

Lo lógico sería compartir lo que hay, pero sale poco, así que para que nadie pierda nada, se amplía todo: consellerias, secretarias autonómicas, direcciones generales y asesores. Mucho más gasto con dinero que es de todos. Habrá que pagarlo, lo que supondrá más impuestos o más deuda. No es momento de ahogar al contribuyente ni al empresario. Se habla de mayor creación de empleo, lo que es ficticio, porque no se dice que lo crean las diferentes administraciones, no empresas privadas que en realidad han perdido número de trabajadores. Más funcionarios es más gasto. Se trata de dar imagen y de colocar a todos a corto plazo sin considerar que no se debe gastar lo que no se tiene. Porque llegará un día que ya no se podrá.

*Notario