La mayoría del comercio empezó las rebajas el 28 de junio y, tres semanas después, el resultado para el pequeño comercio local no es demasiado alentador. Y eso que, en principio, las perspectivas eran optimistas. Ni siquiera los descuentos de entre el 30 y el 50% están ayudando al comercio tradicional a aligerar el estoc no vendido en temporada. «El balance es más bien regular. Es cierto que a unos les va mejor que a otros, pero todo el mundo coincide en que las rebajas ya no son, ni por asomo, lo que eran hasta hace unos años», explica Rosario Brocal, presidenta de la Asociación de Comerciantes Castelló Espai Comercial, adscrita a Confecomeç CV y, además, propietaria de una tienda de moda en el centro de la ciudad.

La opinión de la presidenta de Espai Comercial la comparten prácticamente todos los comerciantes consultados. «¿Qué como nos van las rebajas? Pues mal, bastante mal. Tenemos el género al 30%. Más margen no tenemos y es imposible competir con las franquicias que ya van por hasta el 60 o incluso el 70%», cuenta la gerente de otra boutique, también en el centro.

Los comerciantes aseguran que, desde la liberalización de las rebajas en el 2012, estas se han desvirtuado y el comercio de proximidad está pagando las consecuencias. «El cliente se ha acostumbrado a comprar solo lo que está rebajado o tiene descuento y el comercio tradicional no puede subirse a ese carro», sentencia Brocal, quien recuerda que hay grandes marcas que compran género específico para rebajas.

Confecomerç CV es consciente de que las ventas ya no son lo que eran y a través de su presidente, Rafael Torres, anuncia que pedirán al Gobierno central reactivar la mesa de regulación de los periodos de rebajas: «La campaña ha perdido mucho fuelle y hay que revitalizarla, marcando en el calendario las fechas de cada temporada para evitar confusión para los consumidores».